Luz ahora: 0,13520 €/kWh

ALDEASECA DE LA FRONTERA: DE LAS PISCINAS MUNICIPALES...

DE LAS PISCINAS MUNICIPALES
De los comentarios y consideraciones que a continuación hago, no me mueve ningún afán de despecho ni enojo contra nadie, sino una llamada de atención a quien corresponda por lo que yo estimo negligencia, falta de voluntad y nulo interés en la gestión y cuidado de las piscinas municipales y el riesgo grave que suponen ciertos comportamientos y actitudes, que transgreden las normas obligatorias de seguridad establecidas para este clase de actividades. He sido, desde que se inauguraron, asiduo beneficiario, durante el tiempo que permanecía en el pueblo en época veraniega, de su uso y disfrute en la práctica de la natación. Por comodidad y conveniencia, solía acudir por la mañana, ya que la afluencia de asistentes era menor y ello ofrecía mejores posibilidades para nadar. Anterior a su existencia, usaba las de Peñaranda o las de Paradinas, que aunque, disponiendo ambos pueblos, en honor a la verdad, de mejores instalaciones, prefería las piscinas del pueblo, no sólo por la ventaja y acomodo que me suponía y ofrecía la distancia, sino más bien por valores que rebasan lo meramente práctico o material, como son los sentimentales.

He alabado, desde mi personal punto de vista, salvo excepcionales y ocasionales momentos y situaciones, el excelente trabajo de mantenimiento de la instalación, así como de la limpieza y depuración del agua y la constante inquietud colaboradora y amabilidad en el trato, a la menor insinuación de solicitud, transcendiendo los límites de la obligación, de todas las personas implicadas en dichas funciones, en especial de los socorristas Arancha, Beatriz y Manolo, hasta este año, donde la organización, gestión, mantenimiento, seguridad, etc. ha sido, según mi apreciación, experiencia y situaciones vividas al respecto, un total y lamentable desastre y un cúmulo de contrariedades, producto de la dejadez, desidia y falta de previsión de necesidades derivadas y consecuentes del buen funcionamiento y uso de la instalación, así como anticipación a los acontecimientos inherentes a ella.

El cumplimiento del horario del socorrista, y por lo que presencié, responsable así mismo de la apertura de la instalación, era arbitrario, a voluntad y capricho de sus necesidades personales, con la molestia que supone la espera a pleno sol y la incertidumbre de su apertura. Nunca se abrieron las piscinas a su hora establecida, hecho que fue comunicada al Sr. concejal y que según su manifestación era una situación que la tenía ¿controlada?, descontrolándose al siguiente día. La suciedad del agua era frecuente, conteniendo papeles, concentraciones de capas de aceite de cremas, moscas, plumas de pájaro, etc. etc. Imposibilidad de visión en el agua por la turbiedad y falta de transparencia de la misma, lo que dificultaba la natación. Constantes averías de la depuradora. En ocasiones el concejal José, en compañía de algún voluntario, como Alfredo, hacían la limpieza con los trebejos y utensilios al efecto cuando se estaba en plena práctica de natación, con el consiguiente inconveniente para nadar que ello provocaba. ¿Quién era el responsable de la limpieza, mantenimiento del agua, control de Ph, funcionamiento de la depuradora, cloración del agua? Estas funciones, según el socorrista, no figuraban en su contrato. Varios días dejé de asistir por la falta de limpieza y mantenimiento. Quiero recordar que alguna jornada se cerraron las piscinas por ¿avería? de la depuradora o/y por falta de socorrista. Éste, a pesar de haber personas nadando o disfrutando del agua, abandonaba y descuidaba frecuentemente su específico puesto de vigilante, bien descansando tumbado a la sombra, o leyendo o estudiando en el cuarto contiguo a los vestuarios femeninos, alejado de la visión de aquello para lo que requería su cometido, con el consiguiente riesgo que podría producir esta situación en la seguridad de las personas y las responsabilidades civiles y jurídicas de ello derivadas. Todos estos desaguisados eran de conocimiento del concejal José. No sólo han existido los irregulares y graves modos de proceder antes descritos. ¡No, no! ¡Qué va!

La desacertada y desafortunada, para mí, contratación de los socorristas, uno de mañana y otro de tarde y sin seguridad de continuidad de uno de ellos, es sainetesca y ridícula. Ante el accidente sufrido por el que hacia el servicio de tarde, se recurre a que el socorrista de mañana asuma sus funciones y como se niega lo “despiden”, contratando de Lunes a Viernes, a partir de las 16h 30´, los servicios de una socorrista de Santa Marta con el plus añadido de abono por desplazamiento. Y ¿quién hacia el servicio del fin de semana? El supuesto “despedido”. Esto es deducido, con mucho esfuerzo, por las peregrinas, evasivas, obscuras y nebulosas respuestas del concejal José a informaciones por mí solicitadas al respecto.

Como por la mañana iba “UNO SÓLO” a la piscina, según declaraciones populares, con carácter de justificación,- (iba más de una persona),- el Ayuntamiento, con la connivencia, apoyo y confabulación de personas temerosas de que esta anómala situación pudiera afectar su conveniencia e interés para satisfacer sus aficiones personales vespertinas, sin miramientos a perjuicios personales, se toma la decisión salomónica de cerrar por la mañana. Y todos ¡tan contentos y felices! Ante esta situación, tomo la bicicleta y… ¡a nadar a Paradinas! ¡Muchas gracias sinceras al Ayuntamiento y a los consejeros/as de tan grato favor!

Pero hay una manifestación del edil mencionado, no obstante ya oída en otras ocasiones y foros, que presagian y auguran inestabilidades e inseguridades a la existencia y continuidad de las piscinas y que, ¡ojalá! sea solamente fruto, y los deseo viva y fervientemente, fruto de unas infundadas conjeturas y dudas. No me mueve y ni persigo otro fin con esta “denuncia” que subsanar y reparar lo que, a mi modo de ver, ha sido este año un cúmulo de desaciertos y errores. Es un lujo, verdaderamente, tener una piscina, pues mantengámosla en las mejores condiciones y promocionemos su uso, para goce y disfrute de TODOS. Saludos.
¡PAZ Y BIEN!
Paco García Sánchez.- Valladolid