JUEGOS INFANTILES EN ALDEASECA. IDEAS PARA UNA INTRODUCCION SOBRE EL SIGNIFICADO DEL JUEGO (2)
Las claves del aprendizaje, descubrir el juguete que llevamos dentro
Cuenta Gustavo Martín Garzo, en un artículo publicado en “El País” el quince de junio de 2008, que en una ocasión, Fabricio Caivano, el fundador de Cuadernos de Pedagogía, le preguntó a Gabriel García Márquez acerca de la educación de los niños. Y que el autor de Cien años de soledad le contestó: "Lo único importante es encontrar el juguete que llevan dentro".
Todo niño llevaría en su interior un juguete distinto, y todo consistiría en que cada uno descubra el suyo, para que pueda ponerse a jugar con él. Es ésta una idea que vincula la educación con el juego, de manera que la tarea de padres y educadores consistiría en ayudar al niño a que encuentre el tipo de juego al que quiere jugar, ese juego en el que está implicado su ser más profundo.
García Márquez había sido un estudiante bastante desastroso hasta que un maestro, que se dio cuenta de su amor por la lectura, le ayudó a descubrir su propio juguete. A partir de entonces, todo fue miel sobre hojuelas, pues ese juguete eran las palabras.
Las claves del aprendizaje, descubrir el juguete que llevamos dentro
Cuenta Gustavo Martín Garzo, en un artículo publicado en “El País” el quince de junio de 2008, que en una ocasión, Fabricio Caivano, el fundador de Cuadernos de Pedagogía, le preguntó a Gabriel García Márquez acerca de la educación de los niños. Y que el autor de Cien años de soledad le contestó: "Lo único importante es encontrar el juguete que llevan dentro".
Todo niño llevaría en su interior un juguete distinto, y todo consistiría en que cada uno descubra el suyo, para que pueda ponerse a jugar con él. Es ésta una idea que vincula la educación con el juego, de manera que la tarea de padres y educadores consistiría en ayudar al niño a que encuentre el tipo de juego al que quiere jugar, ese juego en el que está implicado su ser más profundo.
García Márquez había sido un estudiante bastante desastroso hasta que un maestro, que se dio cuenta de su amor por la lectura, le ayudó a descubrir su propio juguete. A partir de entonces, todo fue miel sobre hojuelas, pues ese juguete eran las palabras.