LAS PRIMAVERAS DE MI INFANCIA EN LOS CAMPOS Y ERAS DE ALDEASECA
Buenas noches a todo el foro:
HacÍa unos dias que no aparecía por aquí, y veo que hay novedades, personas nuevas que se incorporan de forma activa, recuerdos de juegos y canciones, que se suman a otros anteriores, y que en esta ocasión nos relatan Jesús, Clara y Paco...., nuevas alusiones a la historia de vida de personajes del pueblo que fueron influyentes, y hacia los que seguimos conservando afectos... Seguro que nos deleitarás con otras historias, Paco... ¡Hay tantos personajes de Aldeaseca que han sido significativos en nuestras vidas...!
En lo que a mi respecta, y aunque estemos a punto de entrar en el invierno, hoy traeré a colación algunas imágenes y recuerdos muy lúdicos sobre las primaveras de mi infancia en Aldeaseca.
En las primaveras las eras se revestían de florecillas silvestres. De pequeñas margaritas: de la gamarza y la manzanilla, que lucían sus clásicos pétalos blancos y su grana amarilla en el centro. También de amapolas rojas que brotaban sobre el césped. Y de campanillas y clavelinas azuladas.
En la primavera brotaban también los cardos o picos, y las escobas. Los cardos ya maduros tenían unos enormes pinchos, y flores color violeta, y en su última fase soltaban los típicos molinillos blancos, que salían volando y tras los que corríamos los niños con el afán de capturarlos. Era muy divertido, a pesar de que teníamos escaso éxito, pues al intentar atraparlos se destruían, a modo de pompa de agua, y sus restos se dispersaban rápidamente.
Cardos y escobas se comían cuando eran aún muy pequeños. Los cardos recién nacidos, de tonos verdes, se llamaban cardillos, y eran como pequeñas escarolas rodeadas de picos muy tiernos, por lo que era necesario pelarlos, al estilo de la borraja. Se cocían y componían como la berza o el repollo y se comían con los garbanzos.
Las escobas recién brotadas se llamaban collarbos, unos tallos blancos y muy tiernos que se apreciaban mucho como ensalada y a los que no era necesario quitarles nada para ser comidos. Era suficiente con lavarlos.
En primavera brotaban también las acederas, unas hojas alargadas, muy verdes y de un rico y suave sabor ácido, que gustaba comer a los niños en las praderas, recién cogidas. Y los repámpanos de la acacia que había a la puerta de la iglesia, junto al petril, a la izquierda según se sube. Todos los niños comíamos de ella.
Por otra parte, en el camino del monte, según se iba a las viñas, había unos arbustos que producían un fruto comestible al que llamábamos zapatillas. Estas eran de color rojo, como los escaramujos que producen los rosales silvestres (las zarzas), aunque más pequeñas y de mejor gusto que aquellos.
Con zapatillas y escaramujos los niños hacíamos, ayudándonos de una aguja enhebrada con hilo, pulseras y collares, con los que luego se adornaban sobre todo las niñas.
En primavera germinaban también los cohetes, unos tallos finos y alargados, cuya flor en forma de cigarrillo se adhería fácilmente a los calcetines y otras ropas según caminabas por el campo. Los niños jugábamos a ponérselos a los demás en su espalda, sin que lo notasen. Había otro tipo similar, no adherente, que se desintegraba como un cohete al ser impulsada su zona distal con los dedos índice y pulgar de la mano derecha, mientras se sujetaba el tallo con la izquierda.
Recuerdo las incursiones primaverales (a buen resguardo de los guardas jurados: el Sr. Rupertín y el Sr. Quico) por las tierras cercanas al pueblo, junto con otros niños, para coger las espigas de trigo o cebada, o las vainas de lentejas, guisantes, garbanzos o algarrobas, cuyo tierno y jugoso grano nos gustaba comer...
Y aqui lo voy a ir dejando, que ya es tarde, no sin antes manifestar de nuevo mi agradecimientro a todas aquellas personas que comparten de forma activa escritos, anécdotas, historias, comentarios, noticias, canciones, juegos, etc. en este foro...
Por último, quiero finalizar hoy mi escrito con un recuerdo para mi tía Teresa, hermana de mi padre, que ha fallecido este sábado en Salamanca y que será enterrada mañana (ya hoy, domingo) en Paradinas.
Un cordial saludo para todo el foro desde Zaragoza, JEP
Buenas noches a todo el foro:
HacÍa unos dias que no aparecía por aquí, y veo que hay novedades, personas nuevas que se incorporan de forma activa, recuerdos de juegos y canciones, que se suman a otros anteriores, y que en esta ocasión nos relatan Jesús, Clara y Paco...., nuevas alusiones a la historia de vida de personajes del pueblo que fueron influyentes, y hacia los que seguimos conservando afectos... Seguro que nos deleitarás con otras historias, Paco... ¡Hay tantos personajes de Aldeaseca que han sido significativos en nuestras vidas...!
En lo que a mi respecta, y aunque estemos a punto de entrar en el invierno, hoy traeré a colación algunas imágenes y recuerdos muy lúdicos sobre las primaveras de mi infancia en Aldeaseca.
En las primaveras las eras se revestían de florecillas silvestres. De pequeñas margaritas: de la gamarza y la manzanilla, que lucían sus clásicos pétalos blancos y su grana amarilla en el centro. También de amapolas rojas que brotaban sobre el césped. Y de campanillas y clavelinas azuladas.
En la primavera brotaban también los cardos o picos, y las escobas. Los cardos ya maduros tenían unos enormes pinchos, y flores color violeta, y en su última fase soltaban los típicos molinillos blancos, que salían volando y tras los que corríamos los niños con el afán de capturarlos. Era muy divertido, a pesar de que teníamos escaso éxito, pues al intentar atraparlos se destruían, a modo de pompa de agua, y sus restos se dispersaban rápidamente.
Cardos y escobas se comían cuando eran aún muy pequeños. Los cardos recién nacidos, de tonos verdes, se llamaban cardillos, y eran como pequeñas escarolas rodeadas de picos muy tiernos, por lo que era necesario pelarlos, al estilo de la borraja. Se cocían y componían como la berza o el repollo y se comían con los garbanzos.
Las escobas recién brotadas se llamaban collarbos, unos tallos blancos y muy tiernos que se apreciaban mucho como ensalada y a los que no era necesario quitarles nada para ser comidos. Era suficiente con lavarlos.
En primavera brotaban también las acederas, unas hojas alargadas, muy verdes y de un rico y suave sabor ácido, que gustaba comer a los niños en las praderas, recién cogidas. Y los repámpanos de la acacia que había a la puerta de la iglesia, junto al petril, a la izquierda según se sube. Todos los niños comíamos de ella.
Por otra parte, en el camino del monte, según se iba a las viñas, había unos arbustos que producían un fruto comestible al que llamábamos zapatillas. Estas eran de color rojo, como los escaramujos que producen los rosales silvestres (las zarzas), aunque más pequeñas y de mejor gusto que aquellos.
Con zapatillas y escaramujos los niños hacíamos, ayudándonos de una aguja enhebrada con hilo, pulseras y collares, con los que luego se adornaban sobre todo las niñas.
En primavera germinaban también los cohetes, unos tallos finos y alargados, cuya flor en forma de cigarrillo se adhería fácilmente a los calcetines y otras ropas según caminabas por el campo. Los niños jugábamos a ponérselos a los demás en su espalda, sin que lo notasen. Había otro tipo similar, no adherente, que se desintegraba como un cohete al ser impulsada su zona distal con los dedos índice y pulgar de la mano derecha, mientras se sujetaba el tallo con la izquierda.
Recuerdo las incursiones primaverales (a buen resguardo de los guardas jurados: el Sr. Rupertín y el Sr. Quico) por las tierras cercanas al pueblo, junto con otros niños, para coger las espigas de trigo o cebada, o las vainas de lentejas, guisantes, garbanzos o algarrobas, cuyo tierno y jugoso grano nos gustaba comer...
Y aqui lo voy a ir dejando, que ya es tarde, no sin antes manifestar de nuevo mi agradecimientro a todas aquellas personas que comparten de forma activa escritos, anécdotas, historias, comentarios, noticias, canciones, juegos, etc. en este foro...
Por último, quiero finalizar hoy mi escrito con un recuerdo para mi tía Teresa, hermana de mi padre, que ha fallecido este sábado en Salamanca y que será enterrada mañana (ya hoy, domingo) en Paradinas.
Un cordial saludo para todo el foro desde Zaragoza, JEP