Ahí, como escondido, con alguno de sus elementos perdidos pero en pie, aparece el “potro” para herrar a los animales que en colaboración con humanos tanto contribuyeron al progreso. En lugares como este se herraban vacas, bueyes y caballerías. Ha desaparecido el yugo que nos pondría al corriente de que animales eran. Desconozco si es un bien público o privado, pero sería oportuno que las autoridades locales se interesarán por la conservación de este patrimonio de la vida rural. Se completara con los elementos que le faltan y se adecentara el lugar o se buscara otro donde su visibilidad estuviera al alcance de quienes se acerquen al pueblo.