ORACION, POR LOS DIFUNTOS
A
Santa María, Madre nuestra y Reina de todos los
santos nos encomendamos, especialmente en su advocación de La
Virgen del Carmen, para que guíe nuestros pasos hasta la Eterna Bienaventuranza, como las madres de la tierra hacen con sus pequeños, que los observan y animan con amor mientras caminan y los socorren en sus tropiezos.