Otra parte es el entorno donde se desarrolla la vida del pueblo, su relación con el medio (agricultura, ganadería, etc) el trato con los pueblos vecinos....
Poblamiento.- Dentro de la Armuña Chica ningún núcleo de población ha destacado sobre las demás, los más importantes Barbadillo y Rollán mas bien se han hecho siempre o casi siempre la competencia por lo que se ha desperdiciado sus posibilidades como cabeza de zona. En 1.950, Barbadillo contaba con 1.317 habitantes de los cuales 1.090 vivían en el pueblo. Se sigue un rápido despoblamiento de sus alquerías o caseríos como ocurre en toda la zona, de 36 que existían en 1.950, tan solo quedan 21 habitados en 1.986 y con mucha menor población.
El asentamiento de la población en estas zonas fue debido a la seguridad y lejanía de las fronteras con los árabes; a las ventajas y protección que ofrecían los Reyes y los concejos de las ciudades. Estos grupos se establecían en el espacio asignado. Una vez reconocido el territorio, elegían en él el lugar mas adecuado a sus intereses para la explotación de sus recursos. En esta fase no intervinieron inicialmente los nobles, ni las Ordenes Militares.
Sus emplazamientos están libres de defensas como murallas o torres defensivas.
Se hallan en la proximidad de arroyos o regatos que forman riberas, vegas y valles con suelos fértiles en los que era fácil encontrar algún abastecimiento de agua o regadío para los huertos.
También buscaron para su emplazamiento zonas cercanas a las cañada o zonas de paso de los ganados. (cordeles). Hacer mapa del término con sus poblados y cordeles.
Construcciones.- En esta zona escasea la piedra y es muy abundante la arcilla, por lo que las casas suelen asentarse sobre un cimiento de piedra que solían traer de la zona del Cueto y las paredes las hacían de adobe que era fabricado por lo general por los propios interesados. Las construcciones eran de poca altura. Los adobes de masa arcillosa, mezclados con paja y secados al sol, se protegían con una cubierta de barro para tapar orificios y encalados para evitar nidos de insectos y arañas. La arcilla en forma de adobe, la piedra arenisca de la zona de Canillas y Rollán y la piedra del Cueto eran los materiales empleados para la construcción de viviendas y corrales, por regla general de poca altura y poco consistentes, como cubierta (tejado) usaban la teja árabe, siendo Barbadillo el centro productor de la zona hasta bien entrado los años sesenta que se comenzó a emplear material traído de fuera como el ladrillo, cemento, etc.
Las anteriores casas de adobe han dado paso a las casas de ladrillo, abandonado muchos edificios por no tener ya utilidad ante la nueva forma de explotación agrícola, (ya no hay animales, llega la maquinaria). Los contrastes en la construcción es uno de los cambios mas notables en las últimas décadas, casas modernas frente a otras de distinta distribución.
La anarquía en la construcción, la falta de un plano con unas normas urbanas de obligado cumplimiento. Desde antiguo cada uno construyó según su gusto y posibilidades económicas sin mas limitaciones que los impuestos por otras construcciones en las que con frecuencia tenían pared común para abaratar costes. Las calles sin asfalto ni acondicionadas para facilitar el andar por ellas, el barro en invierno, el paso de carros y animales y el polvo en verano acompañaba la vida cotidiana de la población.
Las casas (sobre todo de labradores) solía ser un conjunto arquitectónico amplio en el que dentro de ella también existían apartados para la labor, graneros, cuadras para animales, corral para carros, etc. Hoy sin embargo existe una separación de lo que es la vivienda del resto de almacenes o cocheras para la maquinaria.
En los años setenta llega el alcantarillado y posteriormente el pavimento de calles, aunque las nuevas construcciones mantienen la anarquía.
Las casas suelen ser un bloque de una sola planta donde vivienda y dependencias de la explotación forman un solo conjunto. Esto ocurre originariamente, luego como consecuencia de herencias y ventas, esta se fracciona y pierde su originalidad, las dependencias están comunicadas con la vivienda, solía estar la casa a un lado y dependencias con corral compartido a otro por lo que la vivienda venía a formar parte como de la explotación familiar, sobre todo agraria, no solo por ser residencia familiar sino porque en ella se realizaba funciones de la citada explotación.
Hoy día las cocheras y naves para tractores y medios mecánicos suelen estar fuera de la vivienda. Las casas de los agricultores solían ser mejores que las de los jornaleros en la de estos apenas había dependencias que las puramente elementales, si acaso con alguna cuadra, casillo, gallinero o leñera para atender las escasas exigencias y ayudar a la economía de su profesión.
La cocina era el lugar donde principalmente se desarrollaba la vida social rural, en la casa moderna con otro tipo de distribución a perdido la función que poseía, dando protagonismo al salón. El portal, ese lugar común, grande y del que solían partir el resto de dependencias de la casa. Desde el se pasaba a la cocina, restos de salas, corral, paneras, despensas y cuadras, sonde se realizaban muchas tareas de la casa, hoy sustituido por un pasillo sin otra función que la de simple paso. Las salas con una o dos alcobas, esta sin ventanas, separadas por cortinas en la que había los útiles para el aseo, si estos no estaban en el portal, hoy los dormitorios son individuales, etc.
Carecía de servicios, no tenía agua corriente, poca luz, el lavabo era un palanganero al lado de una tinaja en un rincón del portal, cocina o fregadero, con palangana nueva para las ocasiones como visita del médico o algún huésped.
La influencia del mundo urbano va poco a poco minando la forma de vida y cultural del mundo rural, hoy día apenas queda un reflejo tanto del entramado como de la relación social de estos pueblos.
Los corrales con sus comederos, pajares y tenadas han perdido su razón de ser por lo que ha ido desapareciendo dando lugar a cocheras para tractores y nuevos aperos de labranza. El ganado vacuno ya no se emplea en la labores del campo por lo que desaparece, apenas hay un auge de las vacas lecheras y de engorde, pero ante la escasa rentabilidad también se pierde en apenas una generación, lo esclavo de la explotación pues necesita ser cuidado todos los días y el poco rendimiento del mismo hace que sea abandonado por aquellos jóvenes que quedan en el pueblo buscando otro medio de vida que no sea tan esclavo.
Todo esto nos lo cuenta D. Eugenio G. Zarza en su libro Armuña Chica. Un saludo, Rober
Poblamiento.- Dentro de la Armuña Chica ningún núcleo de población ha destacado sobre las demás, los más importantes Barbadillo y Rollán mas bien se han hecho siempre o casi siempre la competencia por lo que se ha desperdiciado sus posibilidades como cabeza de zona. En 1.950, Barbadillo contaba con 1.317 habitantes de los cuales 1.090 vivían en el pueblo. Se sigue un rápido despoblamiento de sus alquerías o caseríos como ocurre en toda la zona, de 36 que existían en 1.950, tan solo quedan 21 habitados en 1.986 y con mucha menor población.
El asentamiento de la población en estas zonas fue debido a la seguridad y lejanía de las fronteras con los árabes; a las ventajas y protección que ofrecían los Reyes y los concejos de las ciudades. Estos grupos se establecían en el espacio asignado. Una vez reconocido el territorio, elegían en él el lugar mas adecuado a sus intereses para la explotación de sus recursos. En esta fase no intervinieron inicialmente los nobles, ni las Ordenes Militares.
Sus emplazamientos están libres de defensas como murallas o torres defensivas.
Se hallan en la proximidad de arroyos o regatos que forman riberas, vegas y valles con suelos fértiles en los que era fácil encontrar algún abastecimiento de agua o regadío para los huertos.
También buscaron para su emplazamiento zonas cercanas a las cañada o zonas de paso de los ganados. (cordeles). Hacer mapa del término con sus poblados y cordeles.
Construcciones.- En esta zona escasea la piedra y es muy abundante la arcilla, por lo que las casas suelen asentarse sobre un cimiento de piedra que solían traer de la zona del Cueto y las paredes las hacían de adobe que era fabricado por lo general por los propios interesados. Las construcciones eran de poca altura. Los adobes de masa arcillosa, mezclados con paja y secados al sol, se protegían con una cubierta de barro para tapar orificios y encalados para evitar nidos de insectos y arañas. La arcilla en forma de adobe, la piedra arenisca de la zona de Canillas y Rollán y la piedra del Cueto eran los materiales empleados para la construcción de viviendas y corrales, por regla general de poca altura y poco consistentes, como cubierta (tejado) usaban la teja árabe, siendo Barbadillo el centro productor de la zona hasta bien entrado los años sesenta que se comenzó a emplear material traído de fuera como el ladrillo, cemento, etc.
Las anteriores casas de adobe han dado paso a las casas de ladrillo, abandonado muchos edificios por no tener ya utilidad ante la nueva forma de explotación agrícola, (ya no hay animales, llega la maquinaria). Los contrastes en la construcción es uno de los cambios mas notables en las últimas décadas, casas modernas frente a otras de distinta distribución.
La anarquía en la construcción, la falta de un plano con unas normas urbanas de obligado cumplimiento. Desde antiguo cada uno construyó según su gusto y posibilidades económicas sin mas limitaciones que los impuestos por otras construcciones en las que con frecuencia tenían pared común para abaratar costes. Las calles sin asfalto ni acondicionadas para facilitar el andar por ellas, el barro en invierno, el paso de carros y animales y el polvo en verano acompañaba la vida cotidiana de la población.
Las casas (sobre todo de labradores) solía ser un conjunto arquitectónico amplio en el que dentro de ella también existían apartados para la labor, graneros, cuadras para animales, corral para carros, etc. Hoy sin embargo existe una separación de lo que es la vivienda del resto de almacenes o cocheras para la maquinaria.
En los años setenta llega el alcantarillado y posteriormente el pavimento de calles, aunque las nuevas construcciones mantienen la anarquía.
Las casas suelen ser un bloque de una sola planta donde vivienda y dependencias de la explotación forman un solo conjunto. Esto ocurre originariamente, luego como consecuencia de herencias y ventas, esta se fracciona y pierde su originalidad, las dependencias están comunicadas con la vivienda, solía estar la casa a un lado y dependencias con corral compartido a otro por lo que la vivienda venía a formar parte como de la explotación familiar, sobre todo agraria, no solo por ser residencia familiar sino porque en ella se realizaba funciones de la citada explotación.
Hoy día las cocheras y naves para tractores y medios mecánicos suelen estar fuera de la vivienda. Las casas de los agricultores solían ser mejores que las de los jornaleros en la de estos apenas había dependencias que las puramente elementales, si acaso con alguna cuadra, casillo, gallinero o leñera para atender las escasas exigencias y ayudar a la economía de su profesión.
La cocina era el lugar donde principalmente se desarrollaba la vida social rural, en la casa moderna con otro tipo de distribución a perdido la función que poseía, dando protagonismo al salón. El portal, ese lugar común, grande y del que solían partir el resto de dependencias de la casa. Desde el se pasaba a la cocina, restos de salas, corral, paneras, despensas y cuadras, sonde se realizaban muchas tareas de la casa, hoy sustituido por un pasillo sin otra función que la de simple paso. Las salas con una o dos alcobas, esta sin ventanas, separadas por cortinas en la que había los útiles para el aseo, si estos no estaban en el portal, hoy los dormitorios son individuales, etc.
Carecía de servicios, no tenía agua corriente, poca luz, el lavabo era un palanganero al lado de una tinaja en un rincón del portal, cocina o fregadero, con palangana nueva para las ocasiones como visita del médico o algún huésped.
La influencia del mundo urbano va poco a poco minando la forma de vida y cultural del mundo rural, hoy día apenas queda un reflejo tanto del entramado como de la relación social de estos pueblos.
Los corrales con sus comederos, pajares y tenadas han perdido su razón de ser por lo que ha ido desapareciendo dando lugar a cocheras para tractores y nuevos aperos de labranza. El ganado vacuno ya no se emplea en la labores del campo por lo que desaparece, apenas hay un auge de las vacas lecheras y de engorde, pero ante la escasa rentabilidad también se pierde en apenas una generación, lo esclavo de la explotación pues necesita ser cuidado todos los días y el poco rendimiento del mismo hace que sea abandonado por aquellos jóvenes que quedan en el pueblo buscando otro medio de vida que no sea tan esclavo.
Todo esto nos lo cuenta D. Eugenio G. Zarza en su libro Armuña Chica. Un saludo, Rober