Recursos.- Cereal de secano y mas recientemente el girasol, la leguminosa (como garbanzo, arritas, muelas, etc, eran mas trabajosas y se abandona) ya no son necesarios al desaparecer los animales de ayuda a las labores agrícolas. La escasa diversidad de cultivos simplifica costos pero corre el riesgo de una mala cosecha.
Predominio del mono cultivo cerealista y girasol, el espíritu poco innovador de los agricultores hace que su esfuerzo vaya hacia lo seguro aunque el rendimiento económico fuese menor, pero el precio oficial del trigo fue una garantía durante décadas. Esto junto al fracaso de los que emprendían algunos nuevos retos con sondeos en la zona.
La demanda cerealista de los años 60, 70 hizo que se roturaran zonas periféricas anteriormente dedicadas a monte, la mano de obra era aún abundante y barata. Así, según el catastro del Marqués de la Ensenada del S. XVIII, los cultivos ocupaban un 65% aproximadamente y en la actualidad un 83% en Barbadillo, si exceptuamos las dehesas incluidas en su término, en la que los montes y pastos ocupan mucha mas superficie. (1.962)
De la superficie labrada tenemos un 98,3% que son cultivos herbáceos de secano frente a un 1,7% de regadío. La falta de perforaciones para buscar agua hace que haya poca diversidad en el cultivo, (la compra de grano estaba asegurada). La escasa cualificación profesional, excesivo conformismo, inseguridad en la venta y otros problemas que podían derivar del regadío son las causas que el secano siga imperando por lo que no se quiere asumir el riesgo que el cambio supone.
La evolución del cultivo en la zona, según la Cámara Agraria, tenemos:
Cultivo trieño (1.962-64) trieño (1.978-80) trieño (1.982-84)
Cereales 79,1% 68,3% 71,3%
Leguminosas 18,9% 0,7% 0,3%
Girasol 0,4% 29,1% 26,4%
Forrajes 1,2% 1,8% 2,0%
Hortalizas 0,4% 0,1% ----
Como se puede apreciar el cereal continúa siendo la estrella por excelencia de nuestra zona, si bien hay un cambio espectacular en la sustitución de las leguminosas por el girasol. También contrasta la poca zona destinada a cultivar forrages si se considera que había gran cantidad de ganado para realizar las labores del campo. Era sustituida la alimentación del ganado con cebada, paja y pienso, ya que el cultivo del forraje exigía la ampliación del regadío, siendo mas costoso. Con la implantación del girasol, se abandona prácticamente la práctica del barbecho.
La rotación trienal de cultivos (cereal, leguminosas y barbecho) en las tierras centeneras, de peor calidad, en las de mejor calidad el ciclo era mas largo, sembrando varios años cereal, como trigo, cebada, avena, etc. El incremento en el consumo de abonos y fertilizantes y la realización de labores mejores debido al empleo de maquinaria hace que se haya perdiendo formas tradicionales del trabajo en las tierras (alza, binar, terciar, poner en surco, etc).
Las variedades tradicionales de trigo “candeal” “mocho” “moreno” fueron sustituidos en los años 60 por el “pané” de peor calidad harinera pero con mayor rendimiento y menores exigencias. Era de menor altura con lo que el “encamado” es decir, caerse al espigar no era tan frecuente, lo que facilitaba la recolección sobre todo a las cosechadoras que fue sustituyendo a la tradicional siega a mano, por gentes del lugar y venidas de la Sierra de Francia, Extremadura y las Arribes. Posteriormente se ha introducido otras variaciones de trigo como el “splender” “astral” “capitole”, lo mismo ocurre con la cebada “caballar” que compite con la “tremesina”.
Semillas seleccionadas, empleo de plaguicidas, herbicidas y mayor consumo de abonos y fertilizantes, reducción de barbechos dan un incremento de rendimiento y producción.
La Armuña Chica contaba con dos silos para la recogida de cereal en la zona, uno en Calzada-Barbadillo y otro en Robliza de Cojos.
De E. G. Zarza (Armuña Chica)
Un resumen de como ha evolucionado el campo. Barbadillo53
Predominio del mono cultivo cerealista y girasol, el espíritu poco innovador de los agricultores hace que su esfuerzo vaya hacia lo seguro aunque el rendimiento económico fuese menor, pero el precio oficial del trigo fue una garantía durante décadas. Esto junto al fracaso de los que emprendían algunos nuevos retos con sondeos en la zona.
La demanda cerealista de los años 60, 70 hizo que se roturaran zonas periféricas anteriormente dedicadas a monte, la mano de obra era aún abundante y barata. Así, según el catastro del Marqués de la Ensenada del S. XVIII, los cultivos ocupaban un 65% aproximadamente y en la actualidad un 83% en Barbadillo, si exceptuamos las dehesas incluidas en su término, en la que los montes y pastos ocupan mucha mas superficie. (1.962)
De la superficie labrada tenemos un 98,3% que son cultivos herbáceos de secano frente a un 1,7% de regadío. La falta de perforaciones para buscar agua hace que haya poca diversidad en el cultivo, (la compra de grano estaba asegurada). La escasa cualificación profesional, excesivo conformismo, inseguridad en la venta y otros problemas que podían derivar del regadío son las causas que el secano siga imperando por lo que no se quiere asumir el riesgo que el cambio supone.
La evolución del cultivo en la zona, según la Cámara Agraria, tenemos:
Cultivo trieño (1.962-64) trieño (1.978-80) trieño (1.982-84)
Cereales 79,1% 68,3% 71,3%
Leguminosas 18,9% 0,7% 0,3%
Girasol 0,4% 29,1% 26,4%
Forrajes 1,2% 1,8% 2,0%
Hortalizas 0,4% 0,1% ----
Como se puede apreciar el cereal continúa siendo la estrella por excelencia de nuestra zona, si bien hay un cambio espectacular en la sustitución de las leguminosas por el girasol. También contrasta la poca zona destinada a cultivar forrages si se considera que había gran cantidad de ganado para realizar las labores del campo. Era sustituida la alimentación del ganado con cebada, paja y pienso, ya que el cultivo del forraje exigía la ampliación del regadío, siendo mas costoso. Con la implantación del girasol, se abandona prácticamente la práctica del barbecho.
La rotación trienal de cultivos (cereal, leguminosas y barbecho) en las tierras centeneras, de peor calidad, en las de mejor calidad el ciclo era mas largo, sembrando varios años cereal, como trigo, cebada, avena, etc. El incremento en el consumo de abonos y fertilizantes y la realización de labores mejores debido al empleo de maquinaria hace que se haya perdiendo formas tradicionales del trabajo en las tierras (alza, binar, terciar, poner en surco, etc).
Las variedades tradicionales de trigo “candeal” “mocho” “moreno” fueron sustituidos en los años 60 por el “pané” de peor calidad harinera pero con mayor rendimiento y menores exigencias. Era de menor altura con lo que el “encamado” es decir, caerse al espigar no era tan frecuente, lo que facilitaba la recolección sobre todo a las cosechadoras que fue sustituyendo a la tradicional siega a mano, por gentes del lugar y venidas de la Sierra de Francia, Extremadura y las Arribes. Posteriormente se ha introducido otras variaciones de trigo como el “splender” “astral” “capitole”, lo mismo ocurre con la cebada “caballar” que compite con la “tremesina”.
Semillas seleccionadas, empleo de plaguicidas, herbicidas y mayor consumo de abonos y fertilizantes, reducción de barbechos dan un incremento de rendimiento y producción.
La Armuña Chica contaba con dos silos para la recogida de cereal en la zona, uno en Calzada-Barbadillo y otro en Robliza de Cojos.
De E. G. Zarza (Armuña Chica)
Un resumen de como ha evolucionado el campo. Barbadillo53