Hola nuevamente, efectivamente el claxon nos avisa de la llegada de los mercaderes, como dice Roberto;
Lo que es curioso es que cuando viene la furgoneta de los colchones, el que vende cuatro kilos de melocotones a cinco euros, la que viene vendiendo ajos de Extremadura, se cierran las puertas y se bajan las persianas y atentos al loro.
Por lo visto vienen a hojear que hay en el pueblo, para hacer la colecta, este verano entrarón en una casa en Calzada, era hora de siesta habia una ventana medio abierta y decidierón entrar pero tiraron un cenicero y tuvierón que salir por piernas, en esa casa volvierón a intentarlo pero los dueños instalaron una alarma, sono la alarma y vierón como una persona entraba en un coche que le estaba esperando.
Al panadero, al frutero, el de los conjelados y el carnicero son asiduos, pero esta gente solo viene cuando quieren hacer daño. un saludo Luis de Canillas
Lo que es curioso es que cuando viene la furgoneta de los colchones, el que vende cuatro kilos de melocotones a cinco euros, la que viene vendiendo ajos de Extremadura, se cierran las puertas y se bajan las persianas y atentos al loro.
Por lo visto vienen a hojear que hay en el pueblo, para hacer la colecta, este verano entrarón en una casa en Calzada, era hora de siesta habia una ventana medio abierta y decidierón entrar pero tiraron un cenicero y tuvierón que salir por piernas, en esa casa volvierón a intentarlo pero los dueños instalaron una alarma, sono la alarma y vierón como una persona entraba en un coche que le estaba esperando.
Al panadero, al frutero, el de los conjelados y el carnicero son asiduos, pero esta gente solo viene cuando quieren hacer daño. un saludo Luis de Canillas