VILLAR Y MACIAS en su Historia de Salamanca. “No fue en los desventurados reinos de los últimos Austrias cuando comenzó la ruina de la hacienda provincial.
En el año 1.600 resultó haber entonces en el Partido de Salamanca 8.384 labradores con 11.745 yuntas de bueyes y en 1.629 tan solo quedaban 4.135 labradores con 4.822 yuntas. Los otros recursos económicos siguieron igual suerte.
“despoblado” Se designaba con ese nombre a aquellas aldeas (S. XVIII) o pequeños lugares surgidos de la repoblación medieval y que, por causas muy diversas perdieron su población y la forma como era explotado el terruño, a lo largo de un periodo que va desde mediados del S. XIV al S. XVIII.
Al tiempo que se iba despoblando estos asentamientos, la tierra iba cambiando de dueños, generalmente se concentraron en manos de poderosos, nobles o instituciones que no pocas veces eran los que impulsaban dicha situación con el fin de apoderarse de las tierras. Aprovechaban su influencia y poder y así podían disponer mejor del término del mismo, dada la ambigüedad existente entre los derechos emanados del régimen señorial y la propiedad de la tierra. El resultado fue que muchas aldeas y pequeños lugares se despoblaron y sus territorios que en la mayor parte de los casos no se incorporaron a otros vecinos pese a su despoblación, se convirtió en coto redondo de propiedad particular.
En otras ocasiones la despoblación se realizó de forma violenta por parte de los que estaban interesados en ella. Esto ocurre principalmente en la primera mitad del S. XV y la segunda del XVIII en la que hubo una profunda crisis de autoridad real. El enfrentamiento entre los nobles y poderosos que querían aprovechar esta circunstancia a favor propio. La famosa guerra civil entre los nobles salamantinos para imponer cada grupo su hegemonía tanto en la capital como en la provincia, con lo que aceleraron la despoblación de muchas aldeas y lugares concejiles y apropiarse así de sus términos.
Entre 1.433 y 1.453 hubo varias intervenciones de los organismos oficiales con el fin de que algunos nobles devolvieran al Concejo Salmantino los términos de aquellas aldeas concejiles que habían despoblado para apoderarse mejor de ellas.
Cabrillar Ciézar N. nos dice: “En las Cortes de Zamora de 1.432 se quejaron al Rey Juan II que muchos términos de las ciudades, villas y lugares eran “entradas” (invadidas) por caballeros, prelados y otras personas y que, aunque los municipios se habían opuesto, la potencia de tales señores era tanta que por ello y por el favor y ayuda que tenían en tales ciudades, villas y lugares se quedaba con lo que así tomaban”.
El resultado de todo ello fue el aumento de la inseguridad en el mundo rural por los desmanes de los poderosos, sufriendo los campesinos una profunda regresión en sus derechos. Ante el poder de los nobles y anarquía existente, se vieron los campesinos obligados a renunciar a su libertad de vasallos de rey y buscar “protección” en un noble, para intentar disminuir así los atropellos que éste u otro cometería contra sus personas y propiedades, si no lo hacían están abocados a perderlo todo.
Por un lado las autoridades concejiles con sus tierras y aldeas y por otro los nobles, con brutales enfrentamientos para evitar devolver las tierras usurpadas.
Uno de los nobles que mayor contribución aportó a despoblar los asentamientos fue "Enrique Enríquez", personaje intrigante, inquieto y ambicioso que tenía gran influencia en la ciudad por su cargo y actividades y controlaba con grandes amistades la Corte, era descendiente de Fernando III el Santo. Su esposa, la famosa María de Monroy, más conocida por la Brava. Fue el citado noble, el más activo despoblador de aldeas concejiles, pues su ambición y falta de escrúpulos estaban a la por aún la poderosa influencia que tenía en el Concejo salmantino y en la Corte, por eso actuaba con tanta osadía e impunidad.
Esto trajo como consecuencia un cambio en la forma de poblamiento surgida de la repoblación medieval, desaparecieron muchas aldeas y pequeños lugares, obligando a concentrarlos en otros. Hizo aparición el latifundio que antes apenas existía por lo que muchos campesinos perdieron su condición de tales, convirtiéndose en jornaleros o pequeños renteros. Dñª María la Brava, enterrada en Villalva de los Llanos. E. Enríquez mandó a todos los vecinos de sus territorios a Villalva de los Llanos (antigua Garcivelasco) que pasó de tener diez o doce vecinos a mas de cien.
Era tan grande el miedo que infundió en los escribanos y Concejo de Salamanca que estos no se atrevían a acudir a los lugares de su jurisdicción y los campesinos huían de las aldeas a otras próximas a su señorío, para no verse expuestos a sus arbitrariedades y atropellos.
E. Enríquez (Campo de S. Fernando-campo de Muñodovo, Castro, la Bóveda. Aldehuela. La Maza) Villar de los Llanos). Pertenecientes al Concejo de Salamanca- Garcivelasco, Porteros, Villaescusa, Torrecilla de S. Ginés. Otero de Vaciadores.
Algo semejante hizo "Diego de Solís" con aldeas como Cojos de Robliza, Casasola, Otero, Linejo y Serradín a las que despobló para apropiarse de sus términos. Ejercían sobre ellos una auténtica tiranía, nombrando alcaldes que a él le convenían sin tener derecho a ello. Prendía a los campesinos que no accedían a sus caprichos, les imponía los tributos que quería además de cobrar los que no le correspondía. Impedía a los escribanos y otros representantes del Concejo de Salamanca que entrasen y actuasen en sus tierras; e incluso se atrevió a prender y encarcelar a los funcionarios reales que fueron a intentar poner coto a sus excesos. En 1.453 despobló la aldea de Otero, al lograr que marchasen sus vecinos por no poder soportar los atropellos de que eran objeto. (Rey González, Gonzálo de Villafuerte, Gonzalo Flores) en otras zonas de Salamanca.
Pero sin duda alguna en Sr, más poderoso, influyente y con mas categoría social y política entre todos los nobles salmantinos fue D."Pedro de Estrúñiga" que en 1.453 era conde de Miranda y Justicia Mayor de Castilla.
En apenas treinta años (durante el reinado de Felipe III) nuestra provincia perdió todo o casi todo potencial económico. Fué un rey nefasto para nuestros pueblos y nuestra ciudad, además de trasladar la corte y la Universidad a Valladolid, sus continuas guerras dejó exaustos nuestros campos y nuestras gentes. Otro tanto tenemos con los -"NOBLES"- IMPONIENDO SU LEY Y SU ANTOJO SOBRE LAS TIERRAS Y GENTES QUE LO HABITABAN.
"26" Puede que todo esto te parezca un rollo, quizás algún día entiendas que "EL CONOCIMIENTO Y LA CULTURA ES LA MAYOR DEFENSA DE LOS MAS DESFAVORECIDOS", lo que si te pido es que por favor, no te ofendas, me gustaría continuases con nosotros y nos muestres tus puntos de vista sobre otros temas que te gusten.
Un saludo para todos.
En el año 1.600 resultó haber entonces en el Partido de Salamanca 8.384 labradores con 11.745 yuntas de bueyes y en 1.629 tan solo quedaban 4.135 labradores con 4.822 yuntas. Los otros recursos económicos siguieron igual suerte.
“despoblado” Se designaba con ese nombre a aquellas aldeas (S. XVIII) o pequeños lugares surgidos de la repoblación medieval y que, por causas muy diversas perdieron su población y la forma como era explotado el terruño, a lo largo de un periodo que va desde mediados del S. XIV al S. XVIII.
Al tiempo que se iba despoblando estos asentamientos, la tierra iba cambiando de dueños, generalmente se concentraron en manos de poderosos, nobles o instituciones que no pocas veces eran los que impulsaban dicha situación con el fin de apoderarse de las tierras. Aprovechaban su influencia y poder y así podían disponer mejor del término del mismo, dada la ambigüedad existente entre los derechos emanados del régimen señorial y la propiedad de la tierra. El resultado fue que muchas aldeas y pequeños lugares se despoblaron y sus territorios que en la mayor parte de los casos no se incorporaron a otros vecinos pese a su despoblación, se convirtió en coto redondo de propiedad particular.
En otras ocasiones la despoblación se realizó de forma violenta por parte de los que estaban interesados en ella. Esto ocurre principalmente en la primera mitad del S. XV y la segunda del XVIII en la que hubo una profunda crisis de autoridad real. El enfrentamiento entre los nobles y poderosos que querían aprovechar esta circunstancia a favor propio. La famosa guerra civil entre los nobles salamantinos para imponer cada grupo su hegemonía tanto en la capital como en la provincia, con lo que aceleraron la despoblación de muchas aldeas y lugares concejiles y apropiarse así de sus términos.
Entre 1.433 y 1.453 hubo varias intervenciones de los organismos oficiales con el fin de que algunos nobles devolvieran al Concejo Salmantino los términos de aquellas aldeas concejiles que habían despoblado para apoderarse mejor de ellas.
Cabrillar Ciézar N. nos dice: “En las Cortes de Zamora de 1.432 se quejaron al Rey Juan II que muchos términos de las ciudades, villas y lugares eran “entradas” (invadidas) por caballeros, prelados y otras personas y que, aunque los municipios se habían opuesto, la potencia de tales señores era tanta que por ello y por el favor y ayuda que tenían en tales ciudades, villas y lugares se quedaba con lo que así tomaban”.
El resultado de todo ello fue el aumento de la inseguridad en el mundo rural por los desmanes de los poderosos, sufriendo los campesinos una profunda regresión en sus derechos. Ante el poder de los nobles y anarquía existente, se vieron los campesinos obligados a renunciar a su libertad de vasallos de rey y buscar “protección” en un noble, para intentar disminuir así los atropellos que éste u otro cometería contra sus personas y propiedades, si no lo hacían están abocados a perderlo todo.
Por un lado las autoridades concejiles con sus tierras y aldeas y por otro los nobles, con brutales enfrentamientos para evitar devolver las tierras usurpadas.
Uno de los nobles que mayor contribución aportó a despoblar los asentamientos fue "Enrique Enríquez", personaje intrigante, inquieto y ambicioso que tenía gran influencia en la ciudad por su cargo y actividades y controlaba con grandes amistades la Corte, era descendiente de Fernando III el Santo. Su esposa, la famosa María de Monroy, más conocida por la Brava. Fue el citado noble, el más activo despoblador de aldeas concejiles, pues su ambición y falta de escrúpulos estaban a la por aún la poderosa influencia que tenía en el Concejo salmantino y en la Corte, por eso actuaba con tanta osadía e impunidad.
Esto trajo como consecuencia un cambio en la forma de poblamiento surgida de la repoblación medieval, desaparecieron muchas aldeas y pequeños lugares, obligando a concentrarlos en otros. Hizo aparición el latifundio que antes apenas existía por lo que muchos campesinos perdieron su condición de tales, convirtiéndose en jornaleros o pequeños renteros. Dñª María la Brava, enterrada en Villalva de los Llanos. E. Enríquez mandó a todos los vecinos de sus territorios a Villalva de los Llanos (antigua Garcivelasco) que pasó de tener diez o doce vecinos a mas de cien.
Era tan grande el miedo que infundió en los escribanos y Concejo de Salamanca que estos no se atrevían a acudir a los lugares de su jurisdicción y los campesinos huían de las aldeas a otras próximas a su señorío, para no verse expuestos a sus arbitrariedades y atropellos.
E. Enríquez (Campo de S. Fernando-campo de Muñodovo, Castro, la Bóveda. Aldehuela. La Maza) Villar de los Llanos). Pertenecientes al Concejo de Salamanca- Garcivelasco, Porteros, Villaescusa, Torrecilla de S. Ginés. Otero de Vaciadores.
Algo semejante hizo "Diego de Solís" con aldeas como Cojos de Robliza, Casasola, Otero, Linejo y Serradín a las que despobló para apropiarse de sus términos. Ejercían sobre ellos una auténtica tiranía, nombrando alcaldes que a él le convenían sin tener derecho a ello. Prendía a los campesinos que no accedían a sus caprichos, les imponía los tributos que quería además de cobrar los que no le correspondía. Impedía a los escribanos y otros representantes del Concejo de Salamanca que entrasen y actuasen en sus tierras; e incluso se atrevió a prender y encarcelar a los funcionarios reales que fueron a intentar poner coto a sus excesos. En 1.453 despobló la aldea de Otero, al lograr que marchasen sus vecinos por no poder soportar los atropellos de que eran objeto. (Rey González, Gonzálo de Villafuerte, Gonzalo Flores) en otras zonas de Salamanca.
Pero sin duda alguna en Sr, más poderoso, influyente y con mas categoría social y política entre todos los nobles salmantinos fue D."Pedro de Estrúñiga" que en 1.453 era conde de Miranda y Justicia Mayor de Castilla.
En apenas treinta años (durante el reinado de Felipe III) nuestra provincia perdió todo o casi todo potencial económico. Fué un rey nefasto para nuestros pueblos y nuestra ciudad, además de trasladar la corte y la Universidad a Valladolid, sus continuas guerras dejó exaustos nuestros campos y nuestras gentes. Otro tanto tenemos con los -"NOBLES"- IMPONIENDO SU LEY Y SU ANTOJO SOBRE LAS TIERRAS Y GENTES QUE LO HABITABAN.
"26" Puede que todo esto te parezca un rollo, quizás algún día entiendas que "EL CONOCIMIENTO Y LA CULTURA ES LA MAYOR DEFENSA DE LOS MAS DESFAVORECIDOS", lo que si te pido es que por favor, no te ofendas, me gustaría continuases con nosotros y nos muestres tus puntos de vista sobre otros temas que te gusten.
Un saludo para todos.