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BARBADILLO: Segunda mitad del S. XVIII. (Carlos III y Carlos IV)...

Segunda mitad del S. XVIII. (Carlos III y Carlos IV)
La repoblación fue aprovechada por los propietarios de la tierra como medida de extorsión y obligar así a los renteros, arrendatarios de pastos y montaneras a renovar los contratos con rentas mas altas que antes. Los Sexmeros protestan como parte interesada que son (renteros y ganaderos sufren este abuso) y por ello acabaron en contra de la repoblación. El incremento demográfico y la mayor demanda de tierras y productos agrícolas encarecieron las rentas y la vida para aquellos (unas dos veces y media en 20 años)
La finalidad de la repoblación fue el desarrollo de la agricultura aumentando los cultivos y el nº de campesinos, reducción de pastos y ganadería extensiva, pero trajo un aumento abusivo de las rentas y decadencia de la ganadería.
1.879.- La Revolución Francesa. Reinando Carlos IV influyó tanto que no se continuó con la reforma agraria.
El fracaso de la repoblación tuvo varios factores:
- Escasa extensión y pobreza del terreno de muchos “despoblados”
- Periodos de inseguridad rural por guerras, crisis económicas, debilitamiento de las instituciones encargadas de mantener el orden y la seguridad hacen que muchos aldeanos busquen cobijo en otros mayores considerados mas tranquilos y seguros aunque continúen aprovechando el despoblado desde su nueva residencia.
- Oposición de propietarios, renteros y ganaderos.
- Sexmeros. Consideraban que mas de la mitad de las tierras del Partido de Salamanca reunía pocas condicione agrícolas, que esto había sido una causa de la despoblación y por tanto su repoblación no era recomendable. “El terreno del Partido, en sus tres cuartas partes, es solo proporcionado para pastos. Pues si verdaderamente fuera productivo, aún cuando en su despoblación hubiera concurrido los estragos de una peste o los efectos de una guerra, se hubiera repoblado después de haberse pasado estos furores” (Nuevas poblaciones, legajo 4.067) y en el legajo 4.063 “Viene a entenderse que si se realizara y se incrementara la agricultura vendrá a arruinar la ganadería que en todos los tiempos ha hecho la riqueza del partido y facilitado a las Cortes y ciudades vecinas un abasto a precios cómodos, muchos materiales a alas fábricas, ganados para la labranza y carreterías del reino y millares de mulas y caballos para el servicio público y militar”.
Consideraba un error roturar terrenos que no son propicios para la agricultura y aconseja que la verdadera explotación agrícola para la provincia es la que además de cultivar sólo tierras adecuadas y no pedregales o suelos pobres, cuenta con una ganadería complementaria. Consideran que para promover nuevos roturados se precisa de mas ganado para ello, pieles para calzado y demás manufacturas que se hacen con las pieles de animales.
En 1.801 cesan las Juntas de Repoblación.
Las mejoras económicas que se esperaba lograr con la repoblación, quedaron muy disminuidas pues la producción agrícola apenas aumentó, el establecimiento de jornaleros y pequeños propietarios como colonos en los despoblados apenas tuvo repercusión a escala provincial. Tampoco se frenó los precios de las tierras ni las rentas de la misma.
El nuevo reparto de tierra que se pretendía a largo plazo no dio sus frutos. En aquellos momentos muchos señores aún no tenían la propiedad de la tierra, aunque, por tener o ejercer diversos derechos de jurisdicción, actuaban como tales. Si la repoblación se hubiera realizado según las normas iniciales, muchos de los que se llamaban y actuaban como propietarios de “despoblados” por razones de señorío, hubieran quedado al descubierto, al no poder presentar títulos convincentes al respecto, la tierra hubiera pasado a ser de los colonos que se establecieran en ella, cosa que ocurrió en Fuenteliante y pocos mas.
La abolición del régimen señorial el 6 de Agosto de 1.811, fue el motivo por el que pasaron a ser propiedad la mayor parte de las tierras sobre las que antes sólo tenían algunos derechos de señorío, sin necesidad de presentar título alguno. Si la repoblación se hubiera llevado a cabo seriamente, habían tenido que demostrar qué derechos tenían sobre los “despoblados”. Para evitar esto y sus consecuencias la mejor solución era oponerse a que se realizara o lograr que se acoplara a sus gustos y exigencias. El resultado final es que al fracasar la repoblación se cerró una puerta por la que podrían haber entrado una serie de mejoras para la agricultura y economía provincial con favorables repercusiones que habrían llegado incluso a nuestros días.
Saludos. Rober.