Hace ya unos cuantos años (muchos) que ya no paso las Navidades en el pueblo. Ni siquiera puedo contaros el ambiente que tiene en estas fiestas. Por un lado la discoteca cerró hace unos cinco años por lo que los jóvenes perdieron el principal centro de relación entre ellos. Bares quedan pocos y son pequeños, supongo que serán los puntos de reunión para poder pasar un rato estos días.
Las actividades religiosas a duras penas se mantendrán puesto que si es como ocurre en muchas partes, la juventud es poco partidaria de mantener estas tradiciones y menos con los horarios de diversión que suelen ser poco compatibles con los religiosos, la mucha gente de edades avanzadas y la poca de edades intermedias con las comodidades que hoy día tenemos en casa, hacen de efecto dominó para que poco a poco dejemos de participar en este legado que nos dejaron las anteriores generaciones. No me refiero solo a la cuestión religiosa, (cada uno que crea en lo que considere que debe de creer) si no en la cuestión de cohesión social, como forma de reunirse con el grupo e identificarse con él.
¿Quien sabe? Igual los pequeños pueblos tienen que hacer un alarde de imaginación y copiar de los universitarios salmantinos que celebran su propia Nochevieja antes de marchar cada uno hacia sus lugares de origen.
¿Os imaginais celebrando la Nochebuena en el parque a la luz de la luna y la Navidad en la piscina Galindo?
Al fin y al cabo el niño Jesús, según escritos nació en primavera. Todo es cuestión de costumbres. Por los turrones no hay pega, se compran en Diciembre y se guardan para Agosto y el langostino se cambia por una pata de cordero.
Ahora fuera de bromas, he podido saludar a gente del pueblo que pasaron la Nochevieja en el bar de la plaza.
Un saludo. Rober
Las actividades religiosas a duras penas se mantendrán puesto que si es como ocurre en muchas partes, la juventud es poco partidaria de mantener estas tradiciones y menos con los horarios de diversión que suelen ser poco compatibles con los religiosos, la mucha gente de edades avanzadas y la poca de edades intermedias con las comodidades que hoy día tenemos en casa, hacen de efecto dominó para que poco a poco dejemos de participar en este legado que nos dejaron las anteriores generaciones. No me refiero solo a la cuestión religiosa, (cada uno que crea en lo que considere que debe de creer) si no en la cuestión de cohesión social, como forma de reunirse con el grupo e identificarse con él.
¿Quien sabe? Igual los pequeños pueblos tienen que hacer un alarde de imaginación y copiar de los universitarios salmantinos que celebran su propia Nochevieja antes de marchar cada uno hacia sus lugares de origen.
¿Os imaginais celebrando la Nochebuena en el parque a la luz de la luna y la Navidad en la piscina Galindo?
Al fin y al cabo el niño Jesús, según escritos nació en primavera. Todo es cuestión de costumbres. Por los turrones no hay pega, se compran en Diciembre y se guardan para Agosto y el langostino se cambia por una pata de cordero.
Ahora fuera de bromas, he podido saludar a gente del pueblo que pasaron la Nochevieja en el bar de la plaza.
Un saludo. Rober