Si nos situamos en el momento en que se iniciaron nuestros pueblos, tenemos que en las ciudades y posiblemente alguno en el campo, tambien estaban los vencidos “mauri” o moros, los había de dos grupos: moros libres y moros sometidos a servidumbre.
Los primeros tenían libertad de desplazamiento, no pagaba impuestos y en los juicios en los que fuera parte podía escoger libremente sus representantes.
Los moros sometidos a servidumbre no podían abandonar la casa del sr, para ir a otro lado a comer o beber y si era objeto de injurias (golpeado, etc) el agresor tan solo tenía que pagar un maravedí.
Según el Foro de Salamanca todas las pertenencias de los moros condenados a muerte pasaban a poder del Concejo.
Los moros cautivos podían pasar a ser libres mediante su redención por el “alfaqueque” o rescatador de cautivos cuya estancia en la ciudad no podía excederse de tres meses. En caso contrario tendría que pagar multa al Concejo, proporcional a los días que permaneciera de mas en la ciudad.
Si un moro cautivo huía, quien lo devolvía a su dueño era recompensado, guardando relación la recompensa en función de la distancia que fuera apresado el moro.
-En esta primera fase de la repoblación, también llegaba a la ciudad (aunque en nº muy pequeño) individuos que venían buscando refugio, huyendo de los lugares donde habían cometido algún delito. En un primer momento eran aceptados con la simple obligación de defender la ciudad con las armas así como atacar al enemigo. Con el paso del tiempo, ya no era tan evidente el peligro de ataque musulmán a la ciudad, por lo que el Fuero exige que presente fiadores para poder vivir en su término. De no hacerlo deberá ir a vivir a otra parte.
Un siglo después de la repoblación raimuniana, en el S XIII (en su primer cuarto) tendrá lugar una nueva repoblación promovida por Alfonso IX. En esta ocasión no son las “naturas o linajes”, sino las Ordenes Militares y el clero los encargados de reactivar el crecimiento demográfico (sobre todo en la ciudad) aunque sin un resultado satisfactorio, por lo que Alfonso X en 1.256 establece que no se tomen empréstitos a los moradores de Salamanca y su término a fin de que la ciudad se repueble convenientemente y en 1.258, el mismo rey libra de “todo pecho” a quienes vengan a poblar al pie del puente de la ciudad. En 1.296 Fernando IV concede un privilegio todavía mas significativo: exime de “todo pecho” (excepto moneda forera) por un periodo de diez años a cuantos vengan a repoblar Salamanca.
El estudio de la repoblación del campo es mas compleja, tanto por quienes fueron sus repobladores como cuando tuvo lugar la repoblación. C. Sánchez Albornoz nos dice que no es nada fácil determinar si el nombre de las montañas, ríos, del lugar de la propiedad rural… procede de los colonizadores preceltas, romanos, germanos o musulmanes o si estos fueron llevados por los repobladores medievales que venían usándolos en su patria o región de origen… (Despoblaciòn y repoblación del Valle del Duero, Buenos Aires. 1.966)
Según A. Llorente, hace una relación de topónimos de nombres y su procedencia, entre ellos tenemos de origen astur-leonés a Pericalvo, de origen franco-ultrapirenaico: Rollán (Roldán), pirenaico-aragonés: Galindo y Perahuy
En cuanto a fecha, algunos historiadores sitúan en el S. XII entre otros muchos a Aldea de Nuño Vela, Galindo y Perahuy, Rollán …
Aprendiendo de la historia. Un saludo. Rober.
Los primeros tenían libertad de desplazamiento, no pagaba impuestos y en los juicios en los que fuera parte podía escoger libremente sus representantes.
Los moros sometidos a servidumbre no podían abandonar la casa del sr, para ir a otro lado a comer o beber y si era objeto de injurias (golpeado, etc) el agresor tan solo tenía que pagar un maravedí.
Según el Foro de Salamanca todas las pertenencias de los moros condenados a muerte pasaban a poder del Concejo.
Los moros cautivos podían pasar a ser libres mediante su redención por el “alfaqueque” o rescatador de cautivos cuya estancia en la ciudad no podía excederse de tres meses. En caso contrario tendría que pagar multa al Concejo, proporcional a los días que permaneciera de mas en la ciudad.
Si un moro cautivo huía, quien lo devolvía a su dueño era recompensado, guardando relación la recompensa en función de la distancia que fuera apresado el moro.
-En esta primera fase de la repoblación, también llegaba a la ciudad (aunque en nº muy pequeño) individuos que venían buscando refugio, huyendo de los lugares donde habían cometido algún delito. En un primer momento eran aceptados con la simple obligación de defender la ciudad con las armas así como atacar al enemigo. Con el paso del tiempo, ya no era tan evidente el peligro de ataque musulmán a la ciudad, por lo que el Fuero exige que presente fiadores para poder vivir en su término. De no hacerlo deberá ir a vivir a otra parte.
Un siglo después de la repoblación raimuniana, en el S XIII (en su primer cuarto) tendrá lugar una nueva repoblación promovida por Alfonso IX. En esta ocasión no son las “naturas o linajes”, sino las Ordenes Militares y el clero los encargados de reactivar el crecimiento demográfico (sobre todo en la ciudad) aunque sin un resultado satisfactorio, por lo que Alfonso X en 1.256 establece que no se tomen empréstitos a los moradores de Salamanca y su término a fin de que la ciudad se repueble convenientemente y en 1.258, el mismo rey libra de “todo pecho” a quienes vengan a poblar al pie del puente de la ciudad. En 1.296 Fernando IV concede un privilegio todavía mas significativo: exime de “todo pecho” (excepto moneda forera) por un periodo de diez años a cuantos vengan a repoblar Salamanca.
El estudio de la repoblación del campo es mas compleja, tanto por quienes fueron sus repobladores como cuando tuvo lugar la repoblación. C. Sánchez Albornoz nos dice que no es nada fácil determinar si el nombre de las montañas, ríos, del lugar de la propiedad rural… procede de los colonizadores preceltas, romanos, germanos o musulmanes o si estos fueron llevados por los repobladores medievales que venían usándolos en su patria o región de origen… (Despoblaciòn y repoblación del Valle del Duero, Buenos Aires. 1.966)
Según A. Llorente, hace una relación de topónimos de nombres y su procedencia, entre ellos tenemos de origen astur-leonés a Pericalvo, de origen franco-ultrapirenaico: Rollán (Roldán), pirenaico-aragonés: Galindo y Perahuy
En cuanto a fecha, algunos historiadores sitúan en el S. XII entre otros muchos a Aldea de Nuño Vela, Galindo y Perahuy, Rollán …
Aprendiendo de la historia. Un saludo. Rober.