La Segunda Edad del Hierro.- Se caracterizó por la generalización del empleo del hierro y por el uso de las cerámicas a torno. Es el desarrollo de los castros occidentales. (Yecla la vieja, Irueña, Bermellar, las Merchanas, Saldeana, etc). Con imponentes murallas y objetos de cerámica a torno conocidos con el nombre de celtiberas.
Estos poblamientos se ubican en vías de comunicación naturales, a orillas de ríos (Salamanca, Ledesma, Villarino en el Tormes), (Yecla la vieja, Bermellar, Picones en el Yeltes-Huebra), (Irueña, Lerilla, C. Rodrigo y Gallegos de Argañán a orillas del Agueda).
La defensa del poblado se asegura tanto por su emplazamiento como mediante obras artificiales de fortificación como murallas y dispositivos exteriores con fosos y barreras de piedra hincadas. Los accesos a modo de embudos para batir al atacante.
En esta etapa comienzan a dejar huella los enteramientos donde dejaban junto al difunto las armas y fíbulas (tumbas de guerreros) fusayolas (femenino).
Esculturas zoomorfas.- Los verracos, representación tosca de granito en una sola pieza de toros, cerdos y jabalíes machos donde apenas destacan detalles anatómicos excepto los órganos sexuales por tierras occidentales de la Meseta, Extremadura y la región portuguesa de Tras-os Montes coincidiendo en líneas generales con el territorio de los vettones, siendo mas frecuentes al norte del Sistema Central por la zona abulense, poniendo de manifiesto la actividad ganadera de esta zona. (Muchos de ellos desaparecidos ya que en 1.835 el gobernador de Salamanca D. José Mª Cambronero mandó destruirlos por creer que habían sido colocados por Carlos I en las ciudades comuneras como signo de ignominia). A parte de los de Guisando, uno de los mas famosos es el de Salamanca a las puertas de Puente Romano al ser mencionado en el Lazarillo de Tormes. Dichos verracos se centran en los últimos siglos antes de la romanización. S. III y II a. C.
Aparte de los verracos, tenemos los grabados en piedra de animales, sobre todo en el castro de Yecla. (en los sillares de la muralla o en rocas cercanas).
Saludos. Rober
Estos poblamientos se ubican en vías de comunicación naturales, a orillas de ríos (Salamanca, Ledesma, Villarino en el Tormes), (Yecla la vieja, Bermellar, Picones en el Yeltes-Huebra), (Irueña, Lerilla, C. Rodrigo y Gallegos de Argañán a orillas del Agueda).
La defensa del poblado se asegura tanto por su emplazamiento como mediante obras artificiales de fortificación como murallas y dispositivos exteriores con fosos y barreras de piedra hincadas. Los accesos a modo de embudos para batir al atacante.
En esta etapa comienzan a dejar huella los enteramientos donde dejaban junto al difunto las armas y fíbulas (tumbas de guerreros) fusayolas (femenino).
Esculturas zoomorfas.- Los verracos, representación tosca de granito en una sola pieza de toros, cerdos y jabalíes machos donde apenas destacan detalles anatómicos excepto los órganos sexuales por tierras occidentales de la Meseta, Extremadura y la región portuguesa de Tras-os Montes coincidiendo en líneas generales con el territorio de los vettones, siendo mas frecuentes al norte del Sistema Central por la zona abulense, poniendo de manifiesto la actividad ganadera de esta zona. (Muchos de ellos desaparecidos ya que en 1.835 el gobernador de Salamanca D. José Mª Cambronero mandó destruirlos por creer que habían sido colocados por Carlos I en las ciudades comuneras como signo de ignominia). A parte de los de Guisando, uno de los mas famosos es el de Salamanca a las puertas de Puente Romano al ser mencionado en el Lazarillo de Tormes. Dichos verracos se centran en los últimos siglos antes de la romanización. S. III y II a. C.
Aparte de los verracos, tenemos los grabados en piedra de animales, sobre todo en el castro de Yecla. (en los sillares de la muralla o en rocas cercanas).
Saludos. Rober