Le siguen unos años en los que parece que el Fuero de la ciudad desaparece de la escena pública, ya que “el concejo” como conjunto de vecinos con entidad institucional objeto de actuaciones jurídicas y acogidas a Fuero, no da señales de vida. El cabildo catedralicio mantiene conflictos con los concejos vecinos, con las órdenes militares, con otros cabildos…, pero no hay ni una sola referencia al concejo salmantino, es decir, al conjunto de vecinos de la ciudad del Tormes.
Le sigue a esto un periodo de luchas y enfrentamientos entre los diferentes cabildos, o de estos con las órdenes religiosas o con los diferentes concejos, debido a que los territorios no estaban estrictamente delimitados y podían ir variando conforme a las diferentes concesiones de villas y aldeas con sus respectivos términos que el rey otorgaba. A parte de la imprecisión de la demarcación geográfica, el ámbito de la actuación jurídica de un concejo no impide la existencia de otras jurisdicciones diferentes en sus territorios, principalmente de señorío eclesiástico. Este fenómeno comienza a mediados del S. XII y se da con más fuerza en el S. XII.
Villar y Macías nos dice: “…. en 1.166 la hueste concejil acompañó y contribuyó al triunfo de Fernando II en los campos del Argañán, desbaratando al ejército portugués (…). También acompañó la bandera de Salamanca con su gobernador Fernando Rodríguez de las Varillas al rey en 1.167 a la conquista de Alcántara”
Si Barbadillo existía, es muy posible que por la cercanía del lugar de la batalla de la Valmuza tuviese conocimiento de estos hechos pero como pueblo recien asentado dudo que participase en los mismos, a no ser que por exigencias de fidelidad al formar parte del alfoz de Salamanca, alguno de sus habitantes jóvenes formase parte del ejército junto a los caballeros salmantinos.
Un saludo. Rober.
Le sigue a esto un periodo de luchas y enfrentamientos entre los diferentes cabildos, o de estos con las órdenes religiosas o con los diferentes concejos, debido a que los territorios no estaban estrictamente delimitados y podían ir variando conforme a las diferentes concesiones de villas y aldeas con sus respectivos términos que el rey otorgaba. A parte de la imprecisión de la demarcación geográfica, el ámbito de la actuación jurídica de un concejo no impide la existencia de otras jurisdicciones diferentes en sus territorios, principalmente de señorío eclesiástico. Este fenómeno comienza a mediados del S. XII y se da con más fuerza en el S. XII.
Villar y Macías nos dice: “…. en 1.166 la hueste concejil acompañó y contribuyó al triunfo de Fernando II en los campos del Argañán, desbaratando al ejército portugués (…). También acompañó la bandera de Salamanca con su gobernador Fernando Rodríguez de las Varillas al rey en 1.167 a la conquista de Alcántara”
Si Barbadillo existía, es muy posible que por la cercanía del lugar de la batalla de la Valmuza tuviese conocimiento de estos hechos pero como pueblo recien asentado dudo que participase en los mismos, a no ser que por exigencias de fidelidad al formar parte del alfoz de Salamanca, alguno de sus habitantes jóvenes formase parte del ejército junto a los caballeros salmantinos.
Un saludo. Rober.