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El pasado sábado Galindo nos deleitó con una agradable jornada, donde lo más importante fue el acercamiento y participación de unos pueblos que quieren demostrar que aun siguen vivos.
Vaya mi felicitacón para esta puesta en escena de las labores del campo, en especial para todos los que con vuestro esfuerzo nos trasladasteis a nuestra infancia, donde el paso de los bueyes con los carros cargados de haces era el trajín cotidiano de nuestros pueblos en verano.
El escenario no pudo tener mejor telón que un día limpio y azulado, un prado aun verde y una vestimenta de los actores que ya la habría querido Berlanga para sus películas.
La asistencia de público, tres generaciones disfrutando del espectáculo donde los más pequeños y los que no lo son tanto en momentos determinados se aventuraban a participar del espectáculo. La siega, donde se imponía la veteranía de los mayores, ese saberse doblar y echar la hoz abajo, seguida de las gavilladoras, lozanía y arte de la tierra. El acarreo en carros con estacones y baluarte. La trilla donde poco a poco se fue animando la gente a participar dando unas vueltas sobre el trillo y quedar inmortalizados en esa foto que con el paso del tiempo nos da veteranía en las labores del campo.
Toda la puesta en escena de carros y aperos de labranza, segadora "Alpuema", trilladora (de las que apenas quedan testimonio), esa exposición de tractores a cada cual más meritorio y cómo no, un recuerdo para el Land (el primer tractor que vimos en el pueblo que conducía el Sr. Emiliano)....
La degustación de caldereta bajo las tenadas del "corralón"... vamos toda una esperiencia que nos dejó un agradable sabor de boca y a la que nos gustaría volver en años sucesivos.
FELICIDADES POR VUESTRA INICIATIVA Y QUE NO DECAIGA. Un saludo. Rober
Vaya mi felicitacón para esta puesta en escena de las labores del campo, en especial para todos los que con vuestro esfuerzo nos trasladasteis a nuestra infancia, donde el paso de los bueyes con los carros cargados de haces era el trajín cotidiano de nuestros pueblos en verano.
El escenario no pudo tener mejor telón que un día limpio y azulado, un prado aun verde y una vestimenta de los actores que ya la habría querido Berlanga para sus películas.
La asistencia de público, tres generaciones disfrutando del espectáculo donde los más pequeños y los que no lo son tanto en momentos determinados se aventuraban a participar del espectáculo. La siega, donde se imponía la veteranía de los mayores, ese saberse doblar y echar la hoz abajo, seguida de las gavilladoras, lozanía y arte de la tierra. El acarreo en carros con estacones y baluarte. La trilla donde poco a poco se fue animando la gente a participar dando unas vueltas sobre el trillo y quedar inmortalizados en esa foto que con el paso del tiempo nos da veteranía en las labores del campo.
Toda la puesta en escena de carros y aperos de labranza, segadora "Alpuema", trilladora (de las que apenas quedan testimonio), esa exposición de tractores a cada cual más meritorio y cómo no, un recuerdo para el Land (el primer tractor que vimos en el pueblo que conducía el Sr. Emiliano)....
La degustación de caldereta bajo las tenadas del "corralón"... vamos toda una esperiencia que nos dejó un agradable sabor de boca y a la que nos gustaría volver en años sucesivos.
FELICIDADES POR VUESTRA INICIATIVA Y QUE NO DECAIGA. Un saludo. Rober