Hasta Alfonso VI parece que el paisaje salmantino apenas se había modificado excepto en los alrededores de la ciudad encontrándose el territorio cubierto por un bosque constituido de robles, encinas y carrascas junto con fresnos en las proximidades de los ríos, así como zarzas y matorrales, pasando en algunas zonas a paisaje agrario de viñas, aceñas y tierras de cereal con huertos en riberas de rio, espacios parcelados en torno a núcleos de poblaciones constituidas en aldeas.
Sobre el ganado hay pueblos que hacen referencia a la gran importancia que tuvo ésta en algunas zonas como cabrerizos, carnero, porqueriza, etc (caballos, aves de corral, cabras, puercos, vacas, etc) la ganadería doméstica junto con bueyes y vacas para el trabajo del campo y el acarreo de materiales. El Fuero de Salamanca protege grandes zonas para poder llevar a cabo que los ganados tengan donde poder mantenerse, limitando el nº de ellos en cada término para no agotar las reservas y previo pago de los derechos acordados en el concejo (20 cabras u ovejas y cuatro vacas de leche con sus terneros por vecino). El resto del ganado estante de la villa, como caballos, mulos, asnos así como los bueyes de las obras de la iglesia, podían pastar libremente por la dehesa, cosa que no ocurre con las ovejas, cabras y yeguas. Tampoco hace referencia a las aves de corras, gallinas, pavos o ánsares que constituyen un elemento esencial en la alimentación y economía campesina. Pero prohíbe la caza de palomas de palomar, imponiéndole un gran castigo a quien infrinja esta norma llegando incluso a la prueba de fuego o la lid.
Los rebaños de ganado de ovejas, cabras, cerdos y yeguas componían la mayor parte de la cabaña ganadera que junto con la guerra constituían los factores principales de la economía de la Extremadura, siendo tanto las crónicas cristinas como árabes las que ensalzan la valentía de las milicias de estas ciudades y la eficacia de sus acciones guerreras.
Apuntes de libros sobre H. de Salamanca.-38-Rober
Sobre el ganado hay pueblos que hacen referencia a la gran importancia que tuvo ésta en algunas zonas como cabrerizos, carnero, porqueriza, etc (caballos, aves de corral, cabras, puercos, vacas, etc) la ganadería doméstica junto con bueyes y vacas para el trabajo del campo y el acarreo de materiales. El Fuero de Salamanca protege grandes zonas para poder llevar a cabo que los ganados tengan donde poder mantenerse, limitando el nº de ellos en cada término para no agotar las reservas y previo pago de los derechos acordados en el concejo (20 cabras u ovejas y cuatro vacas de leche con sus terneros por vecino). El resto del ganado estante de la villa, como caballos, mulos, asnos así como los bueyes de las obras de la iglesia, podían pastar libremente por la dehesa, cosa que no ocurre con las ovejas, cabras y yeguas. Tampoco hace referencia a las aves de corras, gallinas, pavos o ánsares que constituyen un elemento esencial en la alimentación y economía campesina. Pero prohíbe la caza de palomas de palomar, imponiéndole un gran castigo a quien infrinja esta norma llegando incluso a la prueba de fuego o la lid.
Los rebaños de ganado de ovejas, cabras, cerdos y yeguas componían la mayor parte de la cabaña ganadera que junto con la guerra constituían los factores principales de la economía de la Extremadura, siendo tanto las crónicas cristinas como árabes las que ensalzan la valentía de las milicias de estas ciudades y la eficacia de sus acciones guerreras.
Apuntes de libros sobre H. de Salamanca.-38-Rober