Con la subida al trono de León en 1.188 de Alfonso IX se crea una serie de concejos con su correspondiente alfoz como los de Miranda del Castañar, Monleón, Salvatierra y Sotomayor a costa de los territorios del concejo de Salamanca, esta vez los salmantinos no se levantan en armas como ocurrió contra Fernando II (padre de Alfonso IX, posiblemente porque ya se dominaba la otra parte de la sierra y pudieran pastar allí sus rebaños así como que los intereses de la aristocracia urbana están cambiando, inclinándose más por la adquisición de posesiones en el campo que por el aumento de sus ganados.
Durante este periodo, final del S. XII, primeros del S. XIII, al ser tan grandes los rebaños existía el servicio de la “nubda” que era un servicio que consistía en la protección de los ganados que salen a pastar al extremo. Agrupan los rebaños en “cabañas” con la obligación de proporcionar protección armada y vigilando los ganados bajo multas de no prestar este servicio.
Posteriormente este predominio de mercado va dando paso a una mayor economía basada en la explotación agropecuaria y comercial.
Primeros esbozos de repoblación Ramiro II (941). Las posteriores razias de Almanzor sobre territorio salmantino revelan una recuperación demográfica y económica de la ciudad con capacidad de resistir a los ejércitos y con un grado de organización político-administrativa. Ordoño III hijo de Ramiro II.
A partir del paso de Abd-Al-Ramán III (953) comienza a desarrollarse un sistema de vida autónoma en estos territorios que pasan a ser tierra de nadie –la frontera- pero que existían unos centros fortificados que servían de refugio al campesinado del territorio. Ante el abandono que sufren por parte de la monarquía y la nobleza leonesa, serán los propios habitantes los que asuman la defensa de estos territorios fronterizos, lo que le va dando un grado de militarización capaz de organizarse de forma independiente dando lugar a su propia jerarquía de caballeros que no son de nobles. Los límites de los alfoces no eran muy precisos, al norte Zamora y Toro, al este con el de Ávila quedando el oeste y sur abierto a las correrías de los caballeros en función de sus intereses económicos y ganaderos.
Apuntes sobre libros de la H. de Salamanca. 39
Durante este periodo, final del S. XII, primeros del S. XIII, al ser tan grandes los rebaños existía el servicio de la “nubda” que era un servicio que consistía en la protección de los ganados que salen a pastar al extremo. Agrupan los rebaños en “cabañas” con la obligación de proporcionar protección armada y vigilando los ganados bajo multas de no prestar este servicio.
Posteriormente este predominio de mercado va dando paso a una mayor economía basada en la explotación agropecuaria y comercial.
Primeros esbozos de repoblación Ramiro II (941). Las posteriores razias de Almanzor sobre territorio salmantino revelan una recuperación demográfica y económica de la ciudad con capacidad de resistir a los ejércitos y con un grado de organización político-administrativa. Ordoño III hijo de Ramiro II.
A partir del paso de Abd-Al-Ramán III (953) comienza a desarrollarse un sistema de vida autónoma en estos territorios que pasan a ser tierra de nadie –la frontera- pero que existían unos centros fortificados que servían de refugio al campesinado del territorio. Ante el abandono que sufren por parte de la monarquía y la nobleza leonesa, serán los propios habitantes los que asuman la defensa de estos territorios fronterizos, lo que le va dando un grado de militarización capaz de organizarse de forma independiente dando lugar a su propia jerarquía de caballeros que no son de nobles. Los límites de los alfoces no eran muy precisos, al norte Zamora y Toro, al este con el de Ávila quedando el oeste y sur abierto a las correrías de los caballeros en función de sus intereses económicos y ganaderos.
Apuntes sobre libros de la H. de Salamanca. 39