Repoblación y organización territorial y social.-En estos primeros intentos oficiales de Ramiro II, se ven refrendados por su hijo Ordoño III, él concede al obispo de León todas las iglesias que edificaron en el alfoz de Salamanca los repobladores enviados por su padre desde León. En este acto de donación aparecen dos elementos básicos. Pon una parte, las iglesias, tanto rural como urbanas como pieza clave en la organización social, sobre todo la iglesia rural que se erige como centro de la vida social de las aldeas campesinas, traspasando su función religiosa, como la urbana. En la ciudad y villas principales las iglesias van definiendo los barrios y agrupa a los vecinos según su origen o procedencia.
Por otro lado tenemos el “alfoz” como elemento básico de organización física y político-administrativa, es decir, la delimitación de un espacio, de mayor o menor extensión en torno a una ciudad o villa que se erige en cabecera de este territorio y como tal va a ejercer el control político, económico y jurisdiccional sobre las aldeas asentadas en él, con lo que se implantaron una serie de villas-cabeceras como Salamanca, Ledesma, etc, a las cuales se les asignó el papel de centros políticos desde donde se dirige toda empresa de repoblación en aquellos espacios donde no había asentamientos. De esta forma, la antigua iniciativa de colonos pioneros pasa a ser supervisada por el poder político para obtener el control social y administrativo de estos lugares prácticamente independientes al comenzar a llegar la repoblación real.
La diferencia entre una colonización y otra es que las primeras se realizaban fuera de control político con lo que facilita la formación de comunidades campesinas independientes y las segundas están organizadas política y socialmente desde el poder.
Estas villas cabeceras sobre el Tormes van a ejercer de verdaderos centros políticos aunque con funciones militares de defensa del territorio pero con la finalidad de articular a las comunidades campesinas integrándolos en una unidad política superior. Esta primera repoblación se efectúa con gentes del territorio leonés que vendrán a sumarse a la población ya existente, integrándose con la misma u ocupando espacios intercalares formando nuevos asentamientos.
De la H. de Salamanca. (15)
Por otro lado tenemos el “alfoz” como elemento básico de organización física y político-administrativa, es decir, la delimitación de un espacio, de mayor o menor extensión en torno a una ciudad o villa que se erige en cabecera de este territorio y como tal va a ejercer el control político, económico y jurisdiccional sobre las aldeas asentadas en él, con lo que se implantaron una serie de villas-cabeceras como Salamanca, Ledesma, etc, a las cuales se les asignó el papel de centros políticos desde donde se dirige toda empresa de repoblación en aquellos espacios donde no había asentamientos. De esta forma, la antigua iniciativa de colonos pioneros pasa a ser supervisada por el poder político para obtener el control social y administrativo de estos lugares prácticamente independientes al comenzar a llegar la repoblación real.
La diferencia entre una colonización y otra es que las primeras se realizaban fuera de control político con lo que facilita la formación de comunidades campesinas independientes y las segundas están organizadas política y socialmente desde el poder.
Estas villas cabeceras sobre el Tormes van a ejercer de verdaderos centros políticos aunque con funciones militares de defensa del territorio pero con la finalidad de articular a las comunidades campesinas integrándolos en una unidad política superior. Esta primera repoblación se efectúa con gentes del territorio leonés que vendrán a sumarse a la población ya existente, integrándose con la misma u ocupando espacios intercalares formando nuevos asentamientos.
De la H. de Salamanca. (15)