
LA ESTRUCTURA SOCIAL (EL INICIO DEL CAMBIO)
En 1.157 la unidad castellano-leonesa se ha roto, quedando los territorios salmantinos vinculados al reino de León, mientras que sus hermanos de Avila quedan ligados al reino de Castilla. Se crea una frontera que pronto será fuente de discordia. La derrota de las milicias concejiles que sucumbían ante la afirmación del poder real poniendo fin a las razias en los territorios fronterizos, fuente muy importante de poder de ingresos con lo que acabó con una forma de vivir de una época capaz de conformar la personalidad de todo un pueblo, desapareciendo los condicionamientos básicos que habían forjado el carácter de sus gentes y le había dado su peculiar organización social, económico y política. El nacimiento de las órdenes militares y el de otros concejos al Sur del Sistema Central, el alejamiento de la frontera y la llegada de grupos de pobladores con mentalidad y formas de vida distintas a la de los grupos existentes, fueron otros tantos factores que contribuyeron a producir el cambio que experimentó el territorio salmantino. Este cambio hará que las diferencias constitutivas que la caracterizaban desaparezca igualándose cada vez mas al resto de la sociedad feudal leonesa y castellana y que culminará con la reunificación que Fernando III realizará de ambos reinos desapareciendo definitivamente la frontera interna existente. Y en este cambio la colonización y ocupación del territorio salamantino ocuparán un lugar preeminente, pues la superficie de este territorio se ha cubierto de un elevado número de aldeas que dependerán jurídica y políticamente del concejo de la ciudad. El paisaje del territorio salmantino se ha transformado sustancialmente y la agricultura de cereales y el viñedo configurarán un paisaje humanizado, donde antes solo se hablaba de pastos y montes, sobre todo en los territorios meridionales serranos que ahora se encuentran en poder de nuevos concejos, supone un recorte para el desarrollo ganadero salmantino, por lo que lleva a los caballeros a consolidar su poder mediante el control de los cargos concejiles, monopolizando los mismos y adecuando estas instituciones a sus intereses, mediante el desarrollo de unos aparatos político-jurídico que servirán a la sustracción de una parte de los excedentes de la renta, con lo que resulta evidente la proyección señorial del concejo salmantino a través del señorío del colectivo de caballeros. A partir de entonces se establecen unas normas de delimitación territorial con formas de administración que poco se diferencia de las formas feudales del resto del reino.
Salamanca y su alfoz S. XII y XIII. J. L. Sánchez Iglesias. (42)
En 1.157 la unidad castellano-leonesa se ha roto, quedando los territorios salmantinos vinculados al reino de León, mientras que sus hermanos de Avila quedan ligados al reino de Castilla. Se crea una frontera que pronto será fuente de discordia. La derrota de las milicias concejiles que sucumbían ante la afirmación del poder real poniendo fin a las razias en los territorios fronterizos, fuente muy importante de poder de ingresos con lo que acabó con una forma de vivir de una época capaz de conformar la personalidad de todo un pueblo, desapareciendo los condicionamientos básicos que habían forjado el carácter de sus gentes y le había dado su peculiar organización social, económico y política. El nacimiento de las órdenes militares y el de otros concejos al Sur del Sistema Central, el alejamiento de la frontera y la llegada de grupos de pobladores con mentalidad y formas de vida distintas a la de los grupos existentes, fueron otros tantos factores que contribuyeron a producir el cambio que experimentó el territorio salmantino. Este cambio hará que las diferencias constitutivas que la caracterizaban desaparezca igualándose cada vez mas al resto de la sociedad feudal leonesa y castellana y que culminará con la reunificación que Fernando III realizará de ambos reinos desapareciendo definitivamente la frontera interna existente. Y en este cambio la colonización y ocupación del territorio salamantino ocuparán un lugar preeminente, pues la superficie de este territorio se ha cubierto de un elevado número de aldeas que dependerán jurídica y políticamente del concejo de la ciudad. El paisaje del territorio salmantino se ha transformado sustancialmente y la agricultura de cereales y el viñedo configurarán un paisaje humanizado, donde antes solo se hablaba de pastos y montes, sobre todo en los territorios meridionales serranos que ahora se encuentran en poder de nuevos concejos, supone un recorte para el desarrollo ganadero salmantino, por lo que lleva a los caballeros a consolidar su poder mediante el control de los cargos concejiles, monopolizando los mismos y adecuando estas instituciones a sus intereses, mediante el desarrollo de unos aparatos político-jurídico que servirán a la sustracción de una parte de los excedentes de la renta, con lo que resulta evidente la proyección señorial del concejo salmantino a través del señorío del colectivo de caballeros. A partir de entonces se establecen unas normas de delimitación territorial con formas de administración que poco se diferencia de las formas feudales del resto del reino.
Salamanca y su alfoz S. XII y XIII. J. L. Sánchez Iglesias. (42)