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BARBADILLO: AUGE DEL COMERCIO.- A finales de S. XII pierden la...

AUGE DEL COMERCIO.- A finales de S. XII pierden la hegemonía los serranos, pasando a los francos, cambiando las prioridades, de forma económica, tomando impulso profesiones y comercio que hasta ahora apenas se les da importancia comenzando a regularse las mismas y exigiendo mas calidades, así a los ferreros se les exige que haga herraduras con buen hierro y a los carniceros se les da una serie de normas sobre las mesas que pueden colocar en el mercado o la carne que pueden vender… otro tanto nos dice de los zapateros, tejedores, palmeros, herradores, menestrales… no estableciéndose diferencias jurídicas entre ellos teniendo todos la categoría de vecinos.

CAMPESINOS PROPIETARIOS.- Fuera de las murallas se iniciaba el “mar de aldeas” con sus cultivos de cereales y vides, sus huertos y pastizales. Siendo la figura principal de este paisaje el campesino. El fuero nos muestra diferentes tipos del mismo: campesinos vasallos o solariegos y jornaleros como yugueros, hortelanos, pastores, peones, mancebos, messegueros, vinadores, etc. Todos ellos tenían en común que ocupaban tierra ajena, principalmente de la iglesia, al ocupar tierras de la iglesia se hallaban bajo señorío eclesiástico pero en cuanto a jurisdicción criminal estaban sujetos a Fuero.
Por otra parte estaban los campesinos propietarios, con categoría de vecinos del concejo que donan o venden propiedades, siendo de gran importancia para el desarrollo social y económico de la ciudad, son los “vasallos”. Estos pobladores de diferente origen forman comunidades para participar del derecho a la propiedad, para este derecho de vecindad es necesario tener casa en propiedad y poblarla, hay autores que considera que además de la “propiedad y la residencia” hay que añadirle la “pecha”, ese impuesto con el que hay que contribuir al mantenimiento del Concejo.
Los aldeanos tenían que contribuir con el diezmo para la iglesia y los impuestos del concejo.
La diferencia principal entre los campesinos propietarios y los campesinos vasallos de señoríos rurales eclesiásticos y laicos, a pesar de no poder disponer plenamente de su trabajo, al tener que compartirlo con servicios y prestaciones al concejo, ni poder disfrutar de los excedentes producidos, al tener que pagar toda una larga lista de “pechos”, tributos impuestos, si tenían capacidad jurídica para venderlas, donarlas o dejarlas en herencia a quien dispusiesen.
Salamanca y su alfoz. S. XII y XIII. J. L. Sánchez Iglesias (43)