CONSOLIDACIÓN Y FEUDALIZACIÓN DEL CONCEJO SALMANTINO.
La forma de gobierno concejil de la Extremadura del Duero se forjo debido a las necesidades bélicas ante el peligro almorávide y por dificultades internas. Desaparecido el peligro almorávide estas ciudades (Salamanca, Avila y Segovia) se van a convertir en los principales baluartes en la lucha contra las posiciones musulmanas, alcanzando importantes cuotas de autonomía municipal. Con la muerte del emperador Alfonso VII en 1.157, se divide el reino, Castilla para Sancho y León para Fernando, cambiando la situación de una forma sustancial para el territorio y la ciudad salmantina, pues se incluyó en el reino de León con el que no tenía demasiadas cosas en común, mientras que sus parientes abulenses y segovianos, unidos por fuertes lazos familiares, económicos y sociales se encontraron en Castilla, con lo que pronto empezaron las dificultades, por no hablar de las comunidades de origen portugués muy abundantes en territorio salmantino, ahora también enfrentados a sus hermanos del otro lado de la frontera.
Esta separación no gustó a los salmantinos pero tampoco al nuevo rey le resultaba agradable ni le inspiraba confianza cómo el principal baluarte militar en la frontera ejercía en la zona occidental o frente a los conflictos fronterizos con los castellanos se encontraba formado por belicosos guerreros emparentados y muy estrechamente relacionados con sus enemigos portugueses y abulens4es. Desde esta perspectiva resulta perfectamente comprensible que el rey tratase de configurar otros dos baluartes defensivos -Ciudad Rodrigo y Ledesma- en unas zonas marginales respecto de las áreas más importantes del reino leonés con la formación y organización de otros dos concejos más fieles y leales a su persona en un momento en que la coyuntura política le era adversa: amenaza al control que el reino de León había tenido hasta ese momento de la Calzada de Guinea con el peligro añadido que para la conquista de la Transierra suponía la expansión del reino portugués hacia el Oeste; y la creciente presión almohade sobre las plazas avanzadas cristianas. (Coria)
Con la creación de estos dos baluartes defensivos en territorio salmantino trató de solventar los riesgos de los estados vecinos a la vez que pretendía disminuir el poder militar y económico de los caballeros salmantinos al recortar el área de influencia de sus correrías. La respuesta de los salmantinos fue la sublevación y el consiguiente enfrentamiento en la Valmuza. Su derrota el principio del fin de una forma de vida que había confirmado la idiosincracia de todo un pueblo, al finalizar la fuente de ingresos más tradicional de los caballeros en sus expediciones de saqueo sobre zonas del otro lado de la sierra.
Aunque las expediciones militares de las milicias salmantinas seguirán produciéndose pero ya no tienen la pujanza de antes de la derrota de la Valmuza.
Salamanca y su alfoz. J. L. Sánchez Iglesias. (44)
La forma de gobierno concejil de la Extremadura del Duero se forjo debido a las necesidades bélicas ante el peligro almorávide y por dificultades internas. Desaparecido el peligro almorávide estas ciudades (Salamanca, Avila y Segovia) se van a convertir en los principales baluartes en la lucha contra las posiciones musulmanas, alcanzando importantes cuotas de autonomía municipal. Con la muerte del emperador Alfonso VII en 1.157, se divide el reino, Castilla para Sancho y León para Fernando, cambiando la situación de una forma sustancial para el territorio y la ciudad salmantina, pues se incluyó en el reino de León con el que no tenía demasiadas cosas en común, mientras que sus parientes abulenses y segovianos, unidos por fuertes lazos familiares, económicos y sociales se encontraron en Castilla, con lo que pronto empezaron las dificultades, por no hablar de las comunidades de origen portugués muy abundantes en territorio salmantino, ahora también enfrentados a sus hermanos del otro lado de la frontera.
Esta separación no gustó a los salmantinos pero tampoco al nuevo rey le resultaba agradable ni le inspiraba confianza cómo el principal baluarte militar en la frontera ejercía en la zona occidental o frente a los conflictos fronterizos con los castellanos se encontraba formado por belicosos guerreros emparentados y muy estrechamente relacionados con sus enemigos portugueses y abulens4es. Desde esta perspectiva resulta perfectamente comprensible que el rey tratase de configurar otros dos baluartes defensivos -Ciudad Rodrigo y Ledesma- en unas zonas marginales respecto de las áreas más importantes del reino leonés con la formación y organización de otros dos concejos más fieles y leales a su persona en un momento en que la coyuntura política le era adversa: amenaza al control que el reino de León había tenido hasta ese momento de la Calzada de Guinea con el peligro añadido que para la conquista de la Transierra suponía la expansión del reino portugués hacia el Oeste; y la creciente presión almohade sobre las plazas avanzadas cristianas. (Coria)
Con la creación de estos dos baluartes defensivos en territorio salmantino trató de solventar los riesgos de los estados vecinos a la vez que pretendía disminuir el poder militar y económico de los caballeros salmantinos al recortar el área de influencia de sus correrías. La respuesta de los salmantinos fue la sublevación y el consiguiente enfrentamiento en la Valmuza. Su derrota el principio del fin de una forma de vida que había confirmado la idiosincracia de todo un pueblo, al finalizar la fuente de ingresos más tradicional de los caballeros en sus expediciones de saqueo sobre zonas del otro lado de la sierra.
Aunque las expediciones militares de las milicias salmantinas seguirán produciéndose pero ya no tienen la pujanza de antes de la derrota de la Valmuza.
Salamanca y su alfoz. J. L. Sánchez Iglesias. (44)