Jurados o justicia.- Se forman a partir de la desaparición de los setenta.
Figuran en el mismo nº que alcaldes. Si los alcaldes eran elegidos de las collaciones de la primera ciudad, estos jurados parece ser que ya eran elegidos también del resto de collaciones nuevas. Los salmantinos encontraron un sistema de representación y rotación en los puestos de relevancia agrupándose en naturas (origen común) que dieron origen a los bandos. Dos representantes por cada natura, uno con la función de alcalde y otro de jurado- sustituyendo a la institución de los setenta donde estaban representadas todas las collaciones-
Posiblemente el obispo salmantino tendría un representante en el concejo teniendo influencia en los asuntos terrenales, logrando del rey que este pida a los jurados, alcaldes y demás representantes legales para que no embarguen al obispo y sus arcedianos por razón de las cosas espirituales pertenecientes a la iglesia.
También existían los portiellos menores, como el escribano, el mayordomo del concejo, los pregoneros, carceleros, porteros, andadores y el vocero del concejo. Quedan fuera de estos cargos los viñaderos o guardianes de viñas y los veladores de monte cuya misión era que se cumplan las ordenanzas municipales sobre montes, árboles y recogidas de castañas.
A partir de la segunda mitad del S. XIII hay una mayor influencia real en el concejo de la ciudad con lo que queda recortada su autonomía, hay una clara intervención real por medio de sus representantes cada vez es más evidente. El final de este siglo son años difíciles para la ciudad con disturbios y rebeliones. El concejo parece ya más una institución feudal, una clara instancia de soberanía capaz de disponer libremente, no solo de su territorio, sino de sus habitantes que están sometidos por vínculos de subordinación a las decisiones del concejo.
Salamanca y su alfoz. J. L. S. (47)
Figuran en el mismo nº que alcaldes. Si los alcaldes eran elegidos de las collaciones de la primera ciudad, estos jurados parece ser que ya eran elegidos también del resto de collaciones nuevas. Los salmantinos encontraron un sistema de representación y rotación en los puestos de relevancia agrupándose en naturas (origen común) que dieron origen a los bandos. Dos representantes por cada natura, uno con la función de alcalde y otro de jurado- sustituyendo a la institución de los setenta donde estaban representadas todas las collaciones-
Posiblemente el obispo salmantino tendría un representante en el concejo teniendo influencia en los asuntos terrenales, logrando del rey que este pida a los jurados, alcaldes y demás representantes legales para que no embarguen al obispo y sus arcedianos por razón de las cosas espirituales pertenecientes a la iglesia.
También existían los portiellos menores, como el escribano, el mayordomo del concejo, los pregoneros, carceleros, porteros, andadores y el vocero del concejo. Quedan fuera de estos cargos los viñaderos o guardianes de viñas y los veladores de monte cuya misión era que se cumplan las ordenanzas municipales sobre montes, árboles y recogidas de castañas.
A partir de la segunda mitad del S. XIII hay una mayor influencia real en el concejo de la ciudad con lo que queda recortada su autonomía, hay una clara intervención real por medio de sus representantes cada vez es más evidente. El final de este siglo son años difíciles para la ciudad con disturbios y rebeliones. El concejo parece ya más una institución feudal, una clara instancia de soberanía capaz de disponer libremente, no solo de su territorio, sino de sus habitantes que están sometidos por vínculos de subordinación a las decisiones del concejo.
Salamanca y su alfoz. J. L. S. (47)