Este domingo, Galindo nos llevará a recordar aquellos años de niñez en que los carros llenos de haces atravesaban el pueblo camino de la charca Minigüela (Nuño vela), aquellos lucidos carros con yunta pausada donde los haces se entrelazaban y sobreponían unos sobre otros, trenzados entre sí con la maestría de la experiencia como si fuesen un solo "tancredo" danzando a paso lento sobre los baches de nuestras calles. Antes, la siega. Ya no se sigue el surco interminable pues hoy se siembra en llano, pero igual que antaño, la hoz lame la tierra y manojo a manojo irán formando los haces de "pan llevar". Después la era verá el fruto dorado al Sol. Ese fruto que alimentará a Castilla. El mismo fruto que durante generaciones dieron los cielos a esta tierra.
Un saludo y animaros a conservar lo nuestro. Rober
Un saludo y animaros a conservar lo nuestro. Rober