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BARBADILLO: El vasallaje era una relación de servicio, amistad...

El vasallaje era una relación de servicio, amistad y protección pactada entre dos hombres de distinta condición social por la que uno de ellos (vasallo) vincula su persona a otro (señor) jurándole fidelidad, comprometiéndose a servirle en la guerra y recibiendo del señor sustento, mercedes y dones. Al menos en sus orígenes, la relación feudo-vasallática establecía un vínculo entre señor y vasallo contraído voluntariamente, que se formaba en el rito solemne simbólico del homenaje en el cual el vasallo arrodillado manifestaba su voluntad de entregarse al señor como cosa suya mientras el señor, de pie, expresaba su aceptación así como las obligaciones que conlleva tal relación. Tales manifestaciones se concluían con un juramento de fidelidad del vasallo al señor expresado en el acto de besarle las manos que en España vino a ser el acto constitutivo del pacto que perfeccionaba el acto jurídico y sintetizaba formalmente todo el ritual. Tras la ceremonia el vasallo quedaba convertido en homo solidus del señor y tenía lugar la investidura o acto de entrega del beneficio mediante la dación del señor de un objeto –rama, anillo, etc, -
Las obligaciones principales que el señor contraía eran: - Proteger al vasallo militar y judicialmente. – Atender, en caso de necesidad, a su sustento. – No imponer más cargas que las acordadas.
Por parte del vasallo tenemos: - Prestar al señor auxilio militar y consejo. – Entregar una garantía proporcional a la valía del feudo, que respaldara el cumplimiento de sus obligaciones de vasallo. – Guardar fidelidad al señor y prestarle los servicios de vasallo. En el caso de que el vasallo no cumpliera estas obligaciones podía ser privado del feudo.
El beneficio.- A cambio, como contraprestación remuneratoria de los servicios que el vasallo hacía al señor, éste entregaba el beneficio que en ocasiones llegó a consistir en la entrega de tierras en propiedad plena. Otras veces se entregaba tierra en un tipo de tenencia temporal o vitalicia, que se llamó prestimonio y no siempre implicó la existencia de vínculos vasalléticos, pues en ocasiones se trató de cesiones temporales, revocables, nunca objeto de transmisión hereditaria.
De la H. del Derecho y de los Pueblos. (31)