Ciudades “realengo”.- Salamanca ciudad que permaneció durante toda la Edad Media vinculada al realengo, con sede episcopal y representación en cortes. En la Baja Edad Media fue regida por personas vinculadas a los monarcas pero no mediante el ejercicio directo de la autoridad del señorío real por parte de los mismos reyes, en esta época hubo coyunturas críticas en la historia de Salamanca que resultaron encrucijadas que pudieron haber roto la regla básica de lealtad sustancial a la corona o que pudieron haber dado lugar a enajenaciones, con el riesgo de pérdida de condición de realengo.
(Según Villar y Macías) Alfonso XI concedió a finales de 1.340 el señorío de Salamanca a su mujer doña Mª de Portugal. Duró hasta 1.356.
Fue la guerra civil entre Pedro I y Enrique II cuando las fuerzas vivas más fuertes de la ciudad se inclinaron al lado de Enrique. (Los Trastámaras Enrique II y Juan II entregaron la ciudad a sus esposas). Estas concesiones no implicaban sacar a la ciudad del señorío real.
En el reinado de Enrique IV, la ciudad pasa trances decisivos, ante la guerra civil, permanece fiel a Enrique y es recompensada en 1.467 con la feria franca. Pocos años después la ciudad estuvo a punto de pasar a señorío, siendo el beneficiado el Duque de Alba. Enrique IV le debía a don García Álvarez de Toledo, el favor de haberle ayudado tras la humillación regia de la farsa de Ávila de 1.465.
Parece ser que Enrique IV le entrega a don García Álvarez de Toledo, ”conde de Alba” la ciudad de Salamanca pero ésta se resistió. Diego de Varela nos narra “en este tiempo el rey don Enrique, continuando su dañado propósito por aver a don García, conde de Alva, fízole merced de la ciudad de Salamanca, en la qual como de grandes tiempos acá oviese bandos de la mayor parte de los caballeros della, algunos por dinero, otros por ser del ayudados en sus bandos le servían y atacaban. E como en este tiempo fuese tan vecino, vino allí con color de los poner en paz acompañado de muchas gentes, sí de caballo como de pie, con intención de se apoderar de aquella ciudad. E como con algunos fablase, diciéndoles la merced que el rey le había hecho, creyendo atraerlos a su querer, ellos seyendo amigos de su libertad, fablaron con los principales de aquella ciudad, faciendoles saber el propósito con que el Conde allí era venido, lo qual sabido por ellos recorrieron a las armas, e fecho grande ayuntamiento de gentes, pelearon con el Conde de tal manera que ovo de salir de la ciudad con grandes pérdidas e daño suyo e de sus gentes”
Este episodio nos relata la resistencia salmantina y hace referencia ya al problema de los bandos. Es el único caso en que la ciudad corrió el riego de perder la titularidad de realengo. Después los partidarios de Isabel la Católica y los de la Beltraneja protagonizaron algunos conflictos antes de que los Reyes Católicos apaciguaran el reino. Pero ya en ningún momento corrió el riesgo de caer en manos señoriales.
De la H. de Salamanca. (38)
Posiblemente este tramo de nuestra historia os sea familiar ya que lo están recreando en la serie de TV.- "Isabel", hermanastra de Enrique IV e hija de Enrique III.
(Según Villar y Macías) Alfonso XI concedió a finales de 1.340 el señorío de Salamanca a su mujer doña Mª de Portugal. Duró hasta 1.356.
Fue la guerra civil entre Pedro I y Enrique II cuando las fuerzas vivas más fuertes de la ciudad se inclinaron al lado de Enrique. (Los Trastámaras Enrique II y Juan II entregaron la ciudad a sus esposas). Estas concesiones no implicaban sacar a la ciudad del señorío real.
En el reinado de Enrique IV, la ciudad pasa trances decisivos, ante la guerra civil, permanece fiel a Enrique y es recompensada en 1.467 con la feria franca. Pocos años después la ciudad estuvo a punto de pasar a señorío, siendo el beneficiado el Duque de Alba. Enrique IV le debía a don García Álvarez de Toledo, el favor de haberle ayudado tras la humillación regia de la farsa de Ávila de 1.465.
Parece ser que Enrique IV le entrega a don García Álvarez de Toledo, ”conde de Alba” la ciudad de Salamanca pero ésta se resistió. Diego de Varela nos narra “en este tiempo el rey don Enrique, continuando su dañado propósito por aver a don García, conde de Alva, fízole merced de la ciudad de Salamanca, en la qual como de grandes tiempos acá oviese bandos de la mayor parte de los caballeros della, algunos por dinero, otros por ser del ayudados en sus bandos le servían y atacaban. E como en este tiempo fuese tan vecino, vino allí con color de los poner en paz acompañado de muchas gentes, sí de caballo como de pie, con intención de se apoderar de aquella ciudad. E como con algunos fablase, diciéndoles la merced que el rey le había hecho, creyendo atraerlos a su querer, ellos seyendo amigos de su libertad, fablaron con los principales de aquella ciudad, faciendoles saber el propósito con que el Conde allí era venido, lo qual sabido por ellos recorrieron a las armas, e fecho grande ayuntamiento de gentes, pelearon con el Conde de tal manera que ovo de salir de la ciudad con grandes pérdidas e daño suyo e de sus gentes”
Este episodio nos relata la resistencia salmantina y hace referencia ya al problema de los bandos. Es el único caso en que la ciudad corrió el riego de perder la titularidad de realengo. Después los partidarios de Isabel la Católica y los de la Beltraneja protagonizaron algunos conflictos antes de que los Reyes Católicos apaciguaran el reino. Pero ya en ningún momento corrió el riesgo de caer en manos señoriales.
De la H. de Salamanca. (38)
Posiblemente este tramo de nuestra historia os sea familiar ya que lo están recreando en la serie de TV.- "Isabel", hermanastra de Enrique IV e hija de Enrique III.