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BARBADILLO: Las reuniones del Concejo cerrado o Regimiento no eran...

Las reuniones del Concejo cerrado o Regimiento no eran muchas. La justicia -alcalde y corregidor si existía- y regidores con el escribano para levantar acta se reunían dos o tres veces por semana, salvo que fuera preciso hacerlo con más frecuencia. Los regidores eran el eje de estas reuniones. Sólo ellos tomaban decisiones, salvo asuntos judiciales. Pero funcionaban de forma colegiada, no a título individual.
En cuanto a los lugares de reunión del concejo, solía haber estabilidad, pero hubo cambios sobre todo cuando se hicieron las casas del consistorio (S. XV) y que fue acabando con la costumbre de reunirse a las puertas o atrio de una iglesia. En Salamanca la iglesia de San Martín, enclavada en la plaza de la ciudad, sirvió para ello durante buena parte de la Edad Media. En Alba se reunían los martes “a pregón llamado” en el portal de la iglesia de S. Hervás, junto al mercado.
En Salamanca y C. Rodrigo, predominaron los regidores afectos a las fuerzas locales, en otros lugares eran designados por los reyes o fuerzas locales.
Los regidores locales eran vecinos de la villa adcritos a alguno de los dos bandos-linajes, eran caballeros; propietarios de tierras y ganados, estaban insertos en las redes de parentesco de la oligarquía local, teniendo a menudo familiares directos en otros puestos de regidor, carecían de lazos de vasallaje con las autoridades superiores.
El regidor foráneo no tenía por qué ser vecino de la villa, no se inscribía dentro de los caballeros, solía tener estudios o preparación técnica; no era propietario de tierra y ganado, designado por métodos autoritarios, solían ser hombres de confianza y no de los linajes locales, no tenían vínculos familiares con otros miembros del concejo
De la H. de Salamanca. (42)