Milicias señoriales y concejiles.- Las milicias señoriales se referían sólo a los habitantes de los señoríos que debían marchar a la guerra por la doble llamada del señor y del rey, eran dirigidas por el señor o el obispo al frente del señorío. Las concejiles, reclutadas por los concejos se organizaban frecuentemente en Hermandades que combatían con su propia organización y enseñas, sin fundirse con la hueste real, por cuanto cada una tenía su estandarte y se encontraban bajo sus respectivos mandos. A pesar de estos reclutamientos, las necesidades bélicas de la época y las personas que iban quedando exentas de formar filas se acudieron a formaciones vasalláticas formadas por grupos de gentes armadas que combatían a cambio de una soldada por un tiempo parcial, como pudieron ser las mesnadas vasalláticas que iban con el Cid.
A veces se contó con el concurso de musulmanes de España (zanetes) y de África –al igual que en las africanas combatían caballeros cristianos, al ser el reducto de refugiados políticos. También los cristianos extranjeros participaron en la reconquista del territorio bien buscando beneficios, bien por motivos religiosos. Los Reyes Católicos sustituyeron las milicias señoriales y concejiles por tropas mercenarias y efectivos reclutados en territorios de realengo, sustituyendo la obligación de acudir a la llamada, por el sistema de levas forzosas, instaurando una Pragmática de 1496 que reclutaba un hombre de cada doce entre doce y veinte años, con la posibilidad de ser llamados en cualquier momento.
Del manual de la H. y del Derecho. (44)
A veces se contó con el concurso de musulmanes de España (zanetes) y de África –al igual que en las africanas combatían caballeros cristianos, al ser el reducto de refugiados políticos. También los cristianos extranjeros participaron en la reconquista del territorio bien buscando beneficios, bien por motivos religiosos. Los Reyes Católicos sustituyeron las milicias señoriales y concejiles por tropas mercenarias y efectivos reclutados en territorios de realengo, sustituyendo la obligación de acudir a la llamada, por el sistema de levas forzosas, instaurando una Pragmática de 1496 que reclutaba un hombre de cada doce entre doce y veinte años, con la posibilidad de ser llamados en cualquier momento.
Del manual de la H. y del Derecho. (44)