Las Órdenes militares.- El nacimiento de estas órdenes se produce en Palestina a raíz de las peregrinaciones a los santos lugares (Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén para acoger a los peregrinos cristianos), y la cruzada para conquistar dichos lugares y defensa de los peregrinos (la Orden del Temple de Jerusalén). De ahí se extendería por Europa llegando a España con la finalidad de ayudar en la reconquista del territorio. En Castilla, la Orden de Calatrava, fundada por monjes del Císter, y en León la de Alcántara, ambas de carácter fuertemente militar, para la defensa de fortificaciones. Posteriormente se establece en el noroeste la Orden de Santiago para la protección de los peregrinos que iban al sepulcro del Apóstol.
Compuesta por monjes guerreros cuyo régimen de vida eran las armas y la vida religiosa, las Órdenes militares eran organizaciones armadas que irrumpieron en España a raíz de la reconquista para unir sus huestes a las de los monarcas en la lucha contra el Islam. Como otras organizaciones religiosas, se vieron favorecidas por múltiples donaciones de los monarcas y de los fieles. Su espíritu caballeresco propició que la nobleza se incorporara a ellas aportando cuantiosos bienes.
Cuando las Órdenes militares aumentaron su poder y sus señoríos (maestrazgos) era el maestre de la Orden quien ejercía una autoridad señorial sobre sus diferentes estados, ubicados mayoritariamente en los territorios del sur de la Península, en el que las Órdenes recibieron grandes extensiones de terrenos.
Los Reyes Católicos asumieron el mando supremo de las Órdenes militares, mediante el procedimiento de dejar de proveer los maestrazgos cuando vacaban.
Del manual de la Historia y del Derecho. (44)
Compuesta por monjes guerreros cuyo régimen de vida eran las armas y la vida religiosa, las Órdenes militares eran organizaciones armadas que irrumpieron en España a raíz de la reconquista para unir sus huestes a las de los monarcas en la lucha contra el Islam. Como otras organizaciones religiosas, se vieron favorecidas por múltiples donaciones de los monarcas y de los fieles. Su espíritu caballeresco propició que la nobleza se incorporara a ellas aportando cuantiosos bienes.
Cuando las Órdenes militares aumentaron su poder y sus señoríos (maestrazgos) era el maestre de la Orden quien ejercía una autoridad señorial sobre sus diferentes estados, ubicados mayoritariamente en los territorios del sur de la Península, en el que las Órdenes recibieron grandes extensiones de terrenos.
Los Reyes Católicos asumieron el mando supremo de las Órdenes militares, mediante el procedimiento de dejar de proveer los maestrazgos cuando vacaban.
Del manual de la Historia y del Derecho. (44)