La alianza de Castilla con Portugal supone una seria amenaza para León que puede ver cerrada su expansión hacia el sur, hacia tierras musulmanas, como le ocurrió a Navarra en 1137 al unirse el reino de Aragón y el condado de Barcelona. La proximidad de la frontera musulmana es importante para los leoneses del momento, que envían a las milicias concejiles en campañas de saqueo, y es no menos importante para el reino, que se hace pagar parias por los musulmanes a cambio de ayuda militar o, simplemente, para no emprender campañas contra ellos; por otra parte, las zonas donde cada reino cristiano recibe parias son zonas lógicas de expansión del reino, que aspira a ocupar estos territorios el día en que su potencial económico, demográfico y militar se lo permitan. En este contexto se explica la acción de Fernando II contra Alfonso de Portugal que, vencido en Badajoz, abandonó la ciudad a los musulmanes y entregó Cáceres al rey leonés. Geraldo Sempavor fue hecho prisionero y recobró la libertad después de entregar a Fernando Rodríguez de Castro, noble castellano aliado del rey leonés, las plazas y castillos de Montanchez, Trujillo, Santa Cruz y Monsfragüe.
A raíz de esta victoria, Fernando II se alía con los almohades como medio de mantener sus posiciones frente a Portugal. Estos enfrentamientos entre cristianos permitirán a los almohades unificar al-Andalus y lanzar diversas campañas contra la zona del Tajo, poniendo en peligro la existencia de Castilla, León y Portugal, que no pusieron fin a sus enfrentamientos y buscaron nuevas alianzas: si Portugal se alía a Castilla, León buscará apoyo de Navarra y Aragón, convirtiendo en peninsular la guerra entre los reinos cristianos, que no dudan en aliarse a los almohades y facilitar ataques como los que llevaron en 1174 al sultán Abu Yacub a ocupar la Transierra leonesa, la zona entre Salamanca y la actual Extremadura y a poner sitio a Ciudad Rodrigo.
De la H. de Salamanca. (49)
A raíz de esta victoria, Fernando II se alía con los almohades como medio de mantener sus posiciones frente a Portugal. Estos enfrentamientos entre cristianos permitirán a los almohades unificar al-Andalus y lanzar diversas campañas contra la zona del Tajo, poniendo en peligro la existencia de Castilla, León y Portugal, que no pusieron fin a sus enfrentamientos y buscaron nuevas alianzas: si Portugal se alía a Castilla, León buscará apoyo de Navarra y Aragón, convirtiendo en peninsular la guerra entre los reinos cristianos, que no dudan en aliarse a los almohades y facilitar ataques como los que llevaron en 1174 al sultán Abu Yacub a ocupar la Transierra leonesa, la zona entre Salamanca y la actual Extremadura y a poner sitio a Ciudad Rodrigo.
De la H. de Salamanca. (49)