Enfrentamientos internos alternan con alianzas de castellanos y leoneses frente a musulmanes, en 1188 Fernando II y le sucede en León Alfonso IX que inicia su reinado con el reconocimiento de la superioridad del rey castellano del que acepta ser vasallo para romper la alianza de castellanos y portugueses; presentándose en la curia de Carrión donde es armado caballero por Alfonso VIII de Castilla al cual besa las manos de acuerdo con la práctica caballeresca. El gesto fue mal visto por algunos cortesanos leoneses, que como el Cid, consideran humillante besar la mano del rey castellano y, puesto que se trataba de romper la alianza Portugal-Castilla, Alfonso IX de León se casa con Teresa de Portugal.
Siendo el matrimonio sólo un recurso para fortalecer la alianza política con Portugal, este es anulado cuando razones políticas llevan a un acuerdo con Castilla, alegando para su anulación el parentesco entre Alfonso y Teresa, rubricando la alianza con Castilla mediante un nuevo matrimonio entre Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla. Este nuevo matrimonio permitirá la unión de Castilla y León en su futuro hijo Fernando III, pero mientras vivió Alfonso IX, las relaciones con Castilla nunca fueron pacíficas: las tropas leonesas no estarán presentes en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) que puso fin al imperio almohade. Alfonso IX no deja León en su testamento a su hijo Fernando III, rey de Castilla desde 1217, sino a las hijas habidas con Teresa de Portugal, provocando así la última guerra abierta entre castellanos y leoneses cuando una parte de la nobleza y de los concejos de León reconocen como rey a Fernando y otros, principalmente gallegos y asturianos, prefieren mantener la alianza con Portugal.
De la H. de Salamanca. (49)
Siendo el matrimonio sólo un recurso para fortalecer la alianza política con Portugal, este es anulado cuando razones políticas llevan a un acuerdo con Castilla, alegando para su anulación el parentesco entre Alfonso y Teresa, rubricando la alianza con Castilla mediante un nuevo matrimonio entre Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla. Este nuevo matrimonio permitirá la unión de Castilla y León en su futuro hijo Fernando III, pero mientras vivió Alfonso IX, las relaciones con Castilla nunca fueron pacíficas: las tropas leonesas no estarán presentes en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) que puso fin al imperio almohade. Alfonso IX no deja León en su testamento a su hijo Fernando III, rey de Castilla desde 1217, sino a las hijas habidas con Teresa de Portugal, provocando así la última guerra abierta entre castellanos y leoneses cuando una parte de la nobleza y de los concejos de León reconocen como rey a Fernando y otros, principalmente gallegos y asturianos, prefieren mantener la alianza con Portugal.
De la H. de Salamanca. (49)