En las Partidas se recomienda a los ciudadanos de los lugares donde radique el Estudio guardar e honrar a los maestros e a los escolares e a todas sus cosas, y se pone a maestros, escolares y sirvientes bajo la protección real mientras se dirigen al Estudio, están en él o regresan a su lugar de residencia. Ya en el S. XIII, el alojamiento de los estudiantes da lugar a abusos y prácticas picarescas por lo que se prohíbe que los estudiantes alquilen casas reservadas por otros, y se fija el precio máximo de los alquileres de las casas que se ofrecen a los escolares. También se pretende que no se haga negocio con el vino destinado a la universidad….
Los problemas económicos fueron importantes a los que hay que añadir los inconvenientes políticos provocados por la injerencia de las autoridades municipales en el gobierno de la Universidad y por la intervención de los maestros y estudiantes en los bandos que enfrentan a los salmantinos. El poder local aspira a controlar de alguna manera el Estudio, y los escolares, amparados por su fuero, no son partidarios de ser sumisos a este poder. En Salamanca hubo peleas callejeras entre los salmantinos y los escolares y también hubo amenazas del concejo a los escolares “para que diesen las cátedras y eligiesen rector y consiliarios a los que ellos les indicasen”
La Universidad no permanece al margen de los bandos que dividen a los salmantinos y más de un maestro tuvo que abandonar la cátedra para salvar la vida: en 1423, Fernando Rodríguez Maldonado es autorizado a ausentarse de Salamanca durante un año, con reserva de cátedra, porque no le era posible entrar seguro en la ciudad sin gran peligro de su persona y escándalo público, ante las amenazas proferidas contra él por el corregidor salmantino; lo mismo ocurre en 1474 a Martín de Ávila, del bando de San Benito…
A pesar de todos estos inconvenientes, fuera de Salamanca la Universidad es vista como una de las mejores de la Cristiandad durante el S. XV y XVI, en 1494 ya acuden a ella cinco mil estudiantes por las “excelencias de los maestros que leen las diversas disciplinas”…. A los extranjeros les llama mucho la atención tanto nuestros trajes como nuestra lengua….
Uno de estos lugares donde caballeros y clérigos coinciden, donde se unen ciencia y nobleza fue Salamanca, ciudad que debe una parte importante de su fama a la Universidad creada en 1218 por Alfonso IX de León, confirmada en 1254 por Alfonso X, apoyada por el concejo salmantino en los momentos difíciles, protegida por papas entre los que hay que recordar a Benedicto XIII y Martín V, y enaltecida por maestros y alumnos entre los que la leyenda sitúa nada menos que a don Enrique de Villena, cuyas enseñanzas de astrología y alquimia tendrían por cátedra la Cueva de Salamanca.
De la Hª de Salamanca. (53)
Los problemas económicos fueron importantes a los que hay que añadir los inconvenientes políticos provocados por la injerencia de las autoridades municipales en el gobierno de la Universidad y por la intervención de los maestros y estudiantes en los bandos que enfrentan a los salmantinos. El poder local aspira a controlar de alguna manera el Estudio, y los escolares, amparados por su fuero, no son partidarios de ser sumisos a este poder. En Salamanca hubo peleas callejeras entre los salmantinos y los escolares y también hubo amenazas del concejo a los escolares “para que diesen las cátedras y eligiesen rector y consiliarios a los que ellos les indicasen”
La Universidad no permanece al margen de los bandos que dividen a los salmantinos y más de un maestro tuvo que abandonar la cátedra para salvar la vida: en 1423, Fernando Rodríguez Maldonado es autorizado a ausentarse de Salamanca durante un año, con reserva de cátedra, porque no le era posible entrar seguro en la ciudad sin gran peligro de su persona y escándalo público, ante las amenazas proferidas contra él por el corregidor salmantino; lo mismo ocurre en 1474 a Martín de Ávila, del bando de San Benito…
A pesar de todos estos inconvenientes, fuera de Salamanca la Universidad es vista como una de las mejores de la Cristiandad durante el S. XV y XVI, en 1494 ya acuden a ella cinco mil estudiantes por las “excelencias de los maestros que leen las diversas disciplinas”…. A los extranjeros les llama mucho la atención tanto nuestros trajes como nuestra lengua….
Uno de estos lugares donde caballeros y clérigos coinciden, donde se unen ciencia y nobleza fue Salamanca, ciudad que debe una parte importante de su fama a la Universidad creada en 1218 por Alfonso IX de León, confirmada en 1254 por Alfonso X, apoyada por el concejo salmantino en los momentos difíciles, protegida por papas entre los que hay que recordar a Benedicto XIII y Martín V, y enaltecida por maestros y alumnos entre los que la leyenda sitúa nada menos que a don Enrique de Villena, cuyas enseñanzas de astrología y alquimia tendrían por cátedra la Cueva de Salamanca.
De la Hª de Salamanca. (53)