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El señorío jurisdiccional se obtenía por privilegio o por compra; la hacienda territorial se compraba y también se usurpaba. Todo, o casi todo, necesitaba del permiso de la Corona. De esta forma el Rey legitimaba el poder de los señores y el vasallaje de los súbditos que dejaban de pertenecer a la jurisdicción real. Se era señor de vasallos y de hacienda, por lo que se percibían impuestos de carácter feudal sobre los bienes raíces, así como intereses devengados de préstamos hechos a instituciones o particulares, partes del diezmo, arrendamientos de alcabalas, etc., nombrar párrocos y gente del servicio jurídico o económico, etc.
Si importante era ostentar una o varias titularidades jurisdiccionales, que normalmente se acumulaban por la estrategia familiar que orienta los matrimonios entre herederos, o por herencia, la percepción de rentas capaz de sostener el prestigio y la virtualidad del linaje no era una cuestión secundaria. Así en el caso del Duque de Alburquerque y Conde de Ledesma, su linaje se remonta al S. XV cuyo personaje principal fue D. Beltrán de la Cueva, donde en el S. XVIII contaba además con los títulos de Duque de Algete, Duque de Sesto, Marqués de Alcañices, Marqués de Bedmar y Marqués de Balbases.
A finales del Antiguo Régimen la jurisdicción de los 12.347 Km2 de superficie de la provincia de Salamanca están en manos de señoríos seculares 6.859 Km2 por tan solo 4.801 del Rey y 367 pertenecientes a señoríos eclesiásticos y 32 a órdenes militares, por lo que existen demasiados señores jurisdiccionales y pocos vasallos del Rey. Por lo que el 62 % estuvieron bajo jurisdicción señorial secular o eclesiástica y el 38 % bajo las Ordenes Militares y el realengo. Dentro de las Ordenes Militares tenemos a Rollán.
En el S. XVIII (1787) figuran como habitantes de realengo 60.353 habitantes; de señorío secular 98.403; de señorío eclesiástico 4.798; y de las órdenes militares 3.153 habitantes.
De la Hª de Salamanca. (57)
Si importante era ostentar una o varias titularidades jurisdiccionales, que normalmente se acumulaban por la estrategia familiar que orienta los matrimonios entre herederos, o por herencia, la percepción de rentas capaz de sostener el prestigio y la virtualidad del linaje no era una cuestión secundaria. Así en el caso del Duque de Alburquerque y Conde de Ledesma, su linaje se remonta al S. XV cuyo personaje principal fue D. Beltrán de la Cueva, donde en el S. XVIII contaba además con los títulos de Duque de Algete, Duque de Sesto, Marqués de Alcañices, Marqués de Bedmar y Marqués de Balbases.
A finales del Antiguo Régimen la jurisdicción de los 12.347 Km2 de superficie de la provincia de Salamanca están en manos de señoríos seculares 6.859 Km2 por tan solo 4.801 del Rey y 367 pertenecientes a señoríos eclesiásticos y 32 a órdenes militares, por lo que existen demasiados señores jurisdiccionales y pocos vasallos del Rey. Por lo que el 62 % estuvieron bajo jurisdicción señorial secular o eclesiástica y el 38 % bajo las Ordenes Militares y el realengo. Dentro de las Ordenes Militares tenemos a Rollán.
En el S. XVIII (1787) figuran como habitantes de realengo 60.353 habitantes; de señorío secular 98.403; de señorío eclesiástico 4.798; y de las órdenes militares 3.153 habitantes.
De la Hª de Salamanca. (57)