LA SOCIEDAD SALMANTINA EN LA EDAD MODERNA.- Por Clara Isabel López Benito.
Fue una sociedad compleja pues sus habitantes dependían de donde morasen, si en el medio rural o en el urbano y de la entidad de las poblaciones (villas, aldeas grandes o pequeñas). Dentro del mundo rural, su actividad estaba condicionada por el paisaje, llanura o montaña y su dedicación económica.
Otra condición que marcaba a los salmantinos era el vivir en lugares de realengo o señorío. Pero sobre todo la riqueza tanto del lugar donde habita como la de su familia y su propia fortuna es la que establece las mayores diferencias.
En los inicios del S. XVI el mundo rural predomina sobre el urbano, tanto por su extensión y número de pobladores, como porque estaba representado por la inmensa mayoría de las tierras de la provincia actual. Sin embargo en las ciudades comienza un aumento de población relacionado con la importante transformación que el Reino de Castilla estaba experimentando tanto a nivel económico como a nivel social: Las principales ciudades salmantinas gozaban de un gran dinamismo económico y tanto éste como las circunstancias políticas, estimulaban una serie de posibilidades de ascenso social impensables en el mundo rural. Por lo que las ciudades acabaron convirtiéndose en puntos obligados de referencia para los habitantes del campo.
El predominio de Salamanca y Ciudad Rodrigo, ambas ciudades contaban con sede episcopal y poseían un gran Alfoz de tierra que administraban directamente. En el caso de C. R ejercía influencia sobre la Sierra de Francia, Norte de Cáceres y las tierras portuguesas con las que compartía frontera. Albergaba un importante mercado y era plaza fronteriza destacada desde el punto de vista militar y estratégico, por lo que sus “linajes” recibieron numerosas mercedes de los reyes desde la Edad Media. Cuya importancia se renueva en el S. XVII y XVIII por las continuas guerras con Portugal, unida a su calidad de “raya seca”, la convirtieron en objetivo de frecuentes acciones bélicas y en sede de importantes destacamentos militares.
Salamanca por su parte era una de las principales ciudades del Reino de Castilla durante el S. XVI por su número de habitantes, su dinamismo económico y por ser la única ciudad de la actual provincia (y de toda Extremadura) que tenía voto en Cortes. Se hallaba cerca de Medina del Campo, centro comercial de relevancia internacional, y de Valladolid, sede de la Corte hasta 1561 y sobre todo irradió su importancia porque albergó una de las más importantes Universidades de la Península durante estos siglos.
De la Hª de Salamanca. (60)
Fue una sociedad compleja pues sus habitantes dependían de donde morasen, si en el medio rural o en el urbano y de la entidad de las poblaciones (villas, aldeas grandes o pequeñas). Dentro del mundo rural, su actividad estaba condicionada por el paisaje, llanura o montaña y su dedicación económica.
Otra condición que marcaba a los salmantinos era el vivir en lugares de realengo o señorío. Pero sobre todo la riqueza tanto del lugar donde habita como la de su familia y su propia fortuna es la que establece las mayores diferencias.
En los inicios del S. XVI el mundo rural predomina sobre el urbano, tanto por su extensión y número de pobladores, como porque estaba representado por la inmensa mayoría de las tierras de la provincia actual. Sin embargo en las ciudades comienza un aumento de población relacionado con la importante transformación que el Reino de Castilla estaba experimentando tanto a nivel económico como a nivel social: Las principales ciudades salmantinas gozaban de un gran dinamismo económico y tanto éste como las circunstancias políticas, estimulaban una serie de posibilidades de ascenso social impensables en el mundo rural. Por lo que las ciudades acabaron convirtiéndose en puntos obligados de referencia para los habitantes del campo.
El predominio de Salamanca y Ciudad Rodrigo, ambas ciudades contaban con sede episcopal y poseían un gran Alfoz de tierra que administraban directamente. En el caso de C. R ejercía influencia sobre la Sierra de Francia, Norte de Cáceres y las tierras portuguesas con las que compartía frontera. Albergaba un importante mercado y era plaza fronteriza destacada desde el punto de vista militar y estratégico, por lo que sus “linajes” recibieron numerosas mercedes de los reyes desde la Edad Media. Cuya importancia se renueva en el S. XVII y XVIII por las continuas guerras con Portugal, unida a su calidad de “raya seca”, la convirtieron en objetivo de frecuentes acciones bélicas y en sede de importantes destacamentos militares.
Salamanca por su parte era una de las principales ciudades del Reino de Castilla durante el S. XVI por su número de habitantes, su dinamismo económico y por ser la única ciudad de la actual provincia (y de toda Extremadura) que tenía voto en Cortes. Se hallaba cerca de Medina del Campo, centro comercial de relevancia internacional, y de Valladolid, sede de la Corte hasta 1561 y sobre todo irradió su importancia porque albergó una de las más importantes Universidades de la Península durante estos siglos.
De la Hª de Salamanca. (60)