PLATÓN - BARCELONA y el bichito. (II)
Pero la función se tuerce y todos esos dirigentes y asesores pagan bien pagao a los tramoyistas para que la función siga como si nada. Y sacan a uno, que yo no se si es el menos listo y nos dice que el bicho es malo, pero que no es muy malo, que es como una gripe pero que no es una gripe, que como mucho se contagiarán algunos pero que no nos preocupemos que no veremos muertos, etc. Y luego sale otro, que no se si es el mas listo pero dicen que es el que manda, aunque yo no se si es el que en realidad manda y nos dice que quietecitos en casa, que todo va bien, que la culpa la tienen otros porque no dejaron los almacenes llenos de batas, guantes, mascarillas, etc, pero que nosotros sigamos viendo la función, que no es tan fea, al tiempo que casi todos los que mueven los hilos de la información (que son los primeros que han visto el color del dinero para que veamos sobre la pared las sombras que se desean proyectar) nos dicen que pronto llegará “jauja”.
En otra sala, a la que apenas tenemos acceso unos hombres y mujeres, con medios limitados, luchan contra la cruda realidad.
Pero eso debe ser una ilusión óptica con la que no debemos perturbar la realidad de las sombras proyectadas en la pared, no siendo que se nos queden traumatizados o tontos los espectadores. Como veis, todo lo hacemos por vuestro bien …..
Pero ya digo, no me hagáis caso, creo que tantos días privados de libertad sin cometer delito alguno nos está afectando, porque ya me contarás tú que coños tiene que ver Platón, Barcelona y el bichito.
Sin embargo, hoy, después de un porrón de años quiero tener un entrañable recuerdo para ese hermano de las escuelas cristianas, llamado Julio, que quiso hacerme entender el mito de las cavernas de Platón.
Un saludo. Rober.
Pero la función se tuerce y todos esos dirigentes y asesores pagan bien pagao a los tramoyistas para que la función siga como si nada. Y sacan a uno, que yo no se si es el menos listo y nos dice que el bicho es malo, pero que no es muy malo, que es como una gripe pero que no es una gripe, que como mucho se contagiarán algunos pero que no nos preocupemos que no veremos muertos, etc. Y luego sale otro, que no se si es el mas listo pero dicen que es el que manda, aunque yo no se si es el que en realidad manda y nos dice que quietecitos en casa, que todo va bien, que la culpa la tienen otros porque no dejaron los almacenes llenos de batas, guantes, mascarillas, etc, pero que nosotros sigamos viendo la función, que no es tan fea, al tiempo que casi todos los que mueven los hilos de la información (que son los primeros que han visto el color del dinero para que veamos sobre la pared las sombras que se desean proyectar) nos dicen que pronto llegará “jauja”.
En otra sala, a la que apenas tenemos acceso unos hombres y mujeres, con medios limitados, luchan contra la cruda realidad.
Pero eso debe ser una ilusión óptica con la que no debemos perturbar la realidad de las sombras proyectadas en la pared, no siendo que se nos queden traumatizados o tontos los espectadores. Como veis, todo lo hacemos por vuestro bien …..
Pero ya digo, no me hagáis caso, creo que tantos días privados de libertad sin cometer delito alguno nos está afectando, porque ya me contarás tú que coños tiene que ver Platón, Barcelona y el bichito.
Sin embargo, hoy, después de un porrón de años quiero tener un entrañable recuerdo para ese hermano de las escuelas cristianas, llamado Julio, que quiso hacerme entender el mito de las cavernas de Platón.
Un saludo. Rober.