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BARBADILLO: PLATÓN & GARCIA ANDRADE...

PLATÓN & GARCIA ANDRADE

Hace un par de días, de la mano del hermano Julio, pusimos sobre la mesa el mito de la caverna de Platón.
Bien, pues hoy quiero mostraros otro de mis antiguos profesores: García Andrade. D. José Antonio García Andrade era (desgraciadamente ya falleció hace unos años) médico forense y profesor de Derecho Penal en la Universidad Complutense de Madrid, (entre otras muchas cosas, posiblemente la mayor lumbrera que ha tenido España en medicina forense en la segunda mitad de siglo pasado).
Era un profesor muy cercano al alumno.
Una de sus lecciones trataba sobre la eutanasia, (ya sabéis, darle el pase a mejor vida a esa serie de personas que quedan atrapadas en un cuerpo con una enfermedad incurable y prácticamente se le mantiene en vida vegetativa mediante artilugios mecánicos).
Él no era partidario de aplicarla sobre nadie. Y nos ponía como ejemplo que imaginásemos un señor muy rico que cae en ese lamentable estado y su situación se prolonga en el tiempo, mientras sus herederos no pueden acceder a su fortuna y maquinan para que se le desconecten las máquinas y así poder disfrutar de la herencia.
D. José Antonio irradiaba ética y como tal era partidario de la defensa de la vida fuese la condición que fuese en la que estuviera el sujeto.
¿Y esto que tiene que ver con Platón y el mito de la caverna?
Pues veréis, imaginaros, (repito, imaginaros) que en un país imaginario a los gobernantes se les presenta el problema que tienen una población envejecida con un gran coste social y económico y mira tú por donde, a ese país, repito imaginario, llega una plaga como nos contaban que pasó en Egipto y se encuentran que no tienen medios para atender a todos y como tal deciden abandonar a su suerte a los más viejos. Total si a nosotros no nos votan.
Quien sabe, si en ese país imaginario se deje a un lado la ética en beneficio de una selección partidista sobre el derecho de la vida.
Pero repito, eso sólo puede ocurrir en un país imaginario y ese país imaginario mientras siga mirando las sombras proyectadas sobre la pared mantendrá vivo el mito de las cavernas.
Siempre se ha oído decir que no hay mal que por bien no venga, y puede que sea cierto, porque este encierro forzoso puede que nos haga repasar las grandes lecciones que en el ayer nos dieron los que nos acompañaron en el caminar de la vida.
Un saludo. Rober