EL QUINTO HOMBRE. Una corte de los milagros en la Salamanca de 1936.
DE RAMIRO FEIJOO.
El 5º Hombre. - DIEGO MARTIN VELOZ. El autor del libro vierte sobre él un cúmulo de calificativos, no imaginándose cómo un individuo de esta calaña puede llegar a representante en Cortes, (mal soldado, pendenciero, indisciplinado, agresivo, matón, tahúr, su vida son los juegos de azar, apuestas, broncas, putas, alcohol, etc), vamos, todo un rosario de virtudes.
Se enriquece con el juego y llega a ser el “Padrino” de todos los garitos y casinos de la zona. Compra su propia finca donde continúa celebrando sus famosas fiestas desbocadas, todo ello, allá por los años 1915.
Asentado sobre la comarca de la Armuña donde en esos tiempos la ley cuenta poco y gobierna el más poderoso. Jueces y policía obedecían al mejor postor haciendo la vista gorda ante los excesos del mandamás.
Es el típico cacique que administra justicia a través de jueces fieles, o da empleo en su tierra de forma aleatoria para ampliar su red clientelar. Si acapara tierras o invade las ajenas, la Guardia Civil no se opondrá. Él conseguirá los votos necesarios, con los métodos que estime para el partido.
En 1919 se convierte en diputado por Salamanca, venciendo a José Mª de Lamamié.
La respuesta a cómo este hombre, que unos años antes había sido un presidiario y consigue convertirse en diputado, según Ramiro Feijoo, está en una carta del gobernador de Salamanca dirigida a Antonio Maura: “Aquí las elecciones son consideradas como una lluvia benéfica, en cualquier distrito en donde se establezca la puja de dinero, vencerá el que más dé o el que mejor sepa darlo. Con esto no es que yo crea que esta provincia está más corrupta que cualquier otra, lo que ocurre es que aquí hay mucho dinero y hay quien lo dé y si la virtud no parte del que tiene dinero, es menos de esperar del que no lo tiene”
Con la dictadura de Primo de Ribera (1923) se cierran sus casinos con lo que pierde gran parte de sus ingresos. Su mundo se derrumba con la llegada de la República y la reforma agraria donde se pretende que las tierras pasen a las masas obreras. Por eso su finca se convierte en el epicentro conspiratorio de la provincia.
Diego Martín Veloz no era muy devoto de Unamuno. Mas bien eran muy distintos en la concepción de como debía regirse la sociedad.
Fue el que donó los terrenos para el cuartel de ingenieros. Un precioso edificio en la salida de la ciudad hacia la carretera de Zamora.
Un saludo. Rober
DE RAMIRO FEIJOO.
El 5º Hombre. - DIEGO MARTIN VELOZ. El autor del libro vierte sobre él un cúmulo de calificativos, no imaginándose cómo un individuo de esta calaña puede llegar a representante en Cortes, (mal soldado, pendenciero, indisciplinado, agresivo, matón, tahúr, su vida son los juegos de azar, apuestas, broncas, putas, alcohol, etc), vamos, todo un rosario de virtudes.
Se enriquece con el juego y llega a ser el “Padrino” de todos los garitos y casinos de la zona. Compra su propia finca donde continúa celebrando sus famosas fiestas desbocadas, todo ello, allá por los años 1915.
Asentado sobre la comarca de la Armuña donde en esos tiempos la ley cuenta poco y gobierna el más poderoso. Jueces y policía obedecían al mejor postor haciendo la vista gorda ante los excesos del mandamás.
Es el típico cacique que administra justicia a través de jueces fieles, o da empleo en su tierra de forma aleatoria para ampliar su red clientelar. Si acapara tierras o invade las ajenas, la Guardia Civil no se opondrá. Él conseguirá los votos necesarios, con los métodos que estime para el partido.
En 1919 se convierte en diputado por Salamanca, venciendo a José Mª de Lamamié.
La respuesta a cómo este hombre, que unos años antes había sido un presidiario y consigue convertirse en diputado, según Ramiro Feijoo, está en una carta del gobernador de Salamanca dirigida a Antonio Maura: “Aquí las elecciones son consideradas como una lluvia benéfica, en cualquier distrito en donde se establezca la puja de dinero, vencerá el que más dé o el que mejor sepa darlo. Con esto no es que yo crea que esta provincia está más corrupta que cualquier otra, lo que ocurre es que aquí hay mucho dinero y hay quien lo dé y si la virtud no parte del que tiene dinero, es menos de esperar del que no lo tiene”
Con la dictadura de Primo de Ribera (1923) se cierran sus casinos con lo que pierde gran parte de sus ingresos. Su mundo se derrumba con la llegada de la República y la reforma agraria donde se pretende que las tierras pasen a las masas obreras. Por eso su finca se convierte en el epicentro conspiratorio de la provincia.
Diego Martín Veloz no era muy devoto de Unamuno. Mas bien eran muy distintos en la concepción de como debía regirse la sociedad.
Fue el que donó los terrenos para el cuartel de ingenieros. Un precioso edificio en la salida de la ciudad hacia la carretera de Zamora.
Un saludo. Rober