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BARBADILLO: De nuevo un saludo para todos los que os acercáis al...

De nuevo un saludo para todos los que os acercáis al foro. Esta vez quiero dirigirme especialmente a una persona de mi familia con la que tuve una conversación recientemente en la que se interesaba sobre quién y cuándo se dieron los huertos en Barbadillo.
Como verás, ese acontecimiento lo tengo en uno de los capítulos del libro sobre el pueblo en el que además de ese dato también hay alguna otra curiosidad que a lo mejor te gusta o te sorprende.
Lo titulo: Y AL FINAL LA VICTORIA
La alegría y celebraciones del final de la contienda da paso a la penuria económica y a una cruda realidad al volver a la vida cotidiana para muchos que perdieron en esas trágicas circunstancias a sus seres queridos. Al interior de la patria se le da un lavado de moralidad y la reacción sobre las costumbres no se hace esperar. Sólo se admite el matrimonio canónico como vínculo de unión. El divorcio queda suspendido. Se impone la censura en todo tipo de expresión que pudiese ser nociva en los aspectos morales, patrióticos y religiosos. Para la decencia pública se imponen normas estrictas, hasta el baile llega a estar mal visto. Y el sistema educativo basado en la coeducación salta por los aires quedando totalmente abolido.
También se tiene que aprender a vivir con el estraperlo y las cartillas de racionamiento. Cada semana se retiraba la ración asignada para la familia que estaba estipulada en un cuarto de litro de aceite, cien gramos de azúcar terciada, cien gr de garbanzos, doscientos gramos de jabón, un kg. de patatas por persona y un bollo diario de pan.
La mujer queda relegada de la vida política pasando a un segundo plano. Sin tener en cuenta su opinión se le exige un estricto comportamiento en el vestir y vida social, teniendo que desarrollar todo su ingenio culinario para poder poner sobre la mesa un plato caliente.
Se ejerce un fuerte control con la cultura del nacional-catolicismo. No es extraño que años después las siguientes generaciones corriesen todas en busca de libertad.
Tras la guerra civil la enseñanza cultural se llena de una fuerte carga religiosa y valores tradicionales. El folclore popular es recogido y difundido por la Sección Femenina como si quisiese suplir aquellas caravanas de literatos o profesores que durante la república pasaban por los pueblos mostrando a los lugareños los últimos progresos de la Humanidad.
A los niños se les idealiza el Estado en el que nacen con canciones de caminos imperiales y “por el Imperio hacia Dios” que con la llegada del turismo y el desarrollo (en los años 60) comenzaría a hacer aguas.
Años 40-I. Rober