Uno de los personajes famosos del pueblo caracterizado por una gran filosofía de la vida era el sr Juan (el rana) que decía que el trabajo hace al hombre un espantajo. El se las apañaba en un par de meses para ganar el jornal de todo el año. Compraba un centenar de garrapos, alquilaba la montanera en tierras de Ávila (allá por Monsalupe) y tras los dos meses pasados en los montes los traía con el lustre de la buena bellota. Su mayor obra de arte no era el engorde de los cerdos si no que parecía traerlos amaestrados. Durante el corto período que los mantenía en Barbadillo recorriendo cunetas y riberas. Todos los atardeceres hacían su entrada en el pueblo por orden de jerarquía, en fila india encabezados por el más gordito, siguiendo las órdenes del sr Juan cual ejército disciplinado, sin empujones ni atropellos de unos sobre otros. De vez en cuando hacía rastrallar la tralla y con ese sonido de advertencia hacía entrar en razón a los más díscolos volviendo éstos a la formación sin necesidad de llegar a mayores. De esta manera llegaban al corral que tenía cerca de la puente chica y allí se apelotonaban todos en un concierto de ensordecedores chillidos hasta recibir la dosis de cena.
Oros protagonistas eran los maestros, el cura y el alcalde, los teníamos como autoridades doctas en la vida social cuyas opiniones eran de peso. Algunos vecinos se hacían un hueco por sus chascarrillos o forma de actuar en el quehacer cotidiano dándosele un etiquetamiento (para bien o para mal) dentro del grupo, pero la placidez del paso del tiempo ya comenzaba a verse superada por el rápido devenir del impulso económico. Las cosas ya comenzaban a no ser como antes.
Años 60 XI.
Un saludo para todos. Rober.
Oros protagonistas eran los maestros, el cura y el alcalde, los teníamos como autoridades doctas en la vida social cuyas opiniones eran de peso. Algunos vecinos se hacían un hueco por sus chascarrillos o forma de actuar en el quehacer cotidiano dándosele un etiquetamiento (para bien o para mal) dentro del grupo, pero la placidez del paso del tiempo ya comenzaba a verse superada por el rápido devenir del impulso económico. Las cosas ya comenzaban a no ser como antes.
Años 60 XI.
Un saludo para todos. Rober.
Rober: Enhorabuena por sus crónicas de los años sesenta. Martín Gómez