El asesinato de cinco abogados laboralistas en el despacho del sindicato CCOO en la madrileña calle de Atocha resonó con eco dolorido en Salamanca puesto que uno de los asesinados era de nuestra ciudad. Serafín Holgado, hijo de un modesto trabajador de Renfe y activo militante comunista, entró a trabajar con los abogados laboralistas pocos meses antes, su vida fue sesgada por las balas de los pistoleros de ultraderecha que asaltaron el despacho.
Miles, muchos miles de salmantinos en medio de un silencio sobrecogedor fueron testigos de ese cortejo que con serenidad y orden desfiló camino del cementerio en medio de un nutrido grupo de brazaletes rojos.
La clandestinidad en la que militaban los comunistas y el riesgo a ser apresados desaparece el Sábado de Gloria de Semana Santa al producirse la legalización del partido.
El 9 de abril, Sábado Santo se produce la legalización del Partido Comunista ante el asombro y estupefacción de una mayoría de españoles, e incluso el locutor de tv no se cree lo que está leyendo al darnos la noticia. En España vuelve a tener cabida el comunismo. Comienzan a regresar los supervivientes en el exilio que lucharon por la República, entre ellos Dolores Uribarri “la Pasionaria” de la que a veces habíamos oído hablar en las tertulias de taller a aquellos que estuvieron en el frente. La reconciliación nacional parece que había comenzado. Año y medio después de la muerte del dictador, aquello que parecía atado y bien atado daba señales de no estarlo tanto. Algo estaba cambiando en España, las organizaciones políticas que habían sido perseguidas durante el franquismo se presentaban en público.
Y da comienzo para la mayoría de españolitos la primer campaña electoral donde por primera vez se volvía a cantar la internacional (16 y 19 de mayo con presencia del PCE y PSOE respectivamente). La candidatura ganadora UCD se dedicó a peregrinar por los pueblos en busca del voto. En el nuestro el mitin se llevó a cabo en el salón de baile una mañana de domingo después de la salida de misa.
Barbadillo, años 70-III.
Miles, muchos miles de salmantinos en medio de un silencio sobrecogedor fueron testigos de ese cortejo que con serenidad y orden desfiló camino del cementerio en medio de un nutrido grupo de brazaletes rojos.
La clandestinidad en la que militaban los comunistas y el riesgo a ser apresados desaparece el Sábado de Gloria de Semana Santa al producirse la legalización del partido.
El 9 de abril, Sábado Santo se produce la legalización del Partido Comunista ante el asombro y estupefacción de una mayoría de españoles, e incluso el locutor de tv no se cree lo que está leyendo al darnos la noticia. En España vuelve a tener cabida el comunismo. Comienzan a regresar los supervivientes en el exilio que lucharon por la República, entre ellos Dolores Uribarri “la Pasionaria” de la que a veces habíamos oído hablar en las tertulias de taller a aquellos que estuvieron en el frente. La reconciliación nacional parece que había comenzado. Año y medio después de la muerte del dictador, aquello que parecía atado y bien atado daba señales de no estarlo tanto. Algo estaba cambiando en España, las organizaciones políticas que habían sido perseguidas durante el franquismo se presentaban en público.
Y da comienzo para la mayoría de españolitos la primer campaña electoral donde por primera vez se volvía a cantar la internacional (16 y 19 de mayo con presencia del PCE y PSOE respectivamente). La candidatura ganadora UCD se dedicó a peregrinar por los pueblos en busca del voto. En el nuestro el mitin se llevó a cabo en el salón de baile una mañana de domingo después de la salida de misa.
Barbadillo, años 70-III.