El uno de marzo del 79 tenemos las primeras elecciones generales en democracia. UCD y PSOE se mantienen como gobierno y oposición a gran distancia del resto de partidos. En abril se vota para ayuntamientos donde las izquierdas ganan en las grandes ciudades y UCD en la mayoría de los pueblos. Ese tres de abril, 724 votantes de Barbadillo, Galindo y Calzada repartieron su voto entre las candidaturas de UCD que obtiene 422 votos correspondiéndole seis concejales, para PSOE 188 votos, dos concejales y a Coalición Democrática 114 votos, uno.
Elegido alcalde Pedro García Felipe (veterinario) con 7 votos a favor y dos en blanco. El 17 de octubre se cita a los concejales electos para la celebración de una junta extraordinaria con la finalidad de elegir nuevo alcalde por renuncia de Pedro García Felipe que presenta su dimisión por entender que no era compatible el cargo de concejal con el de “delegado de servicios municipales veterinarios”. Sale elegido Diógenes, de Calzada de D. Diego, con seis votos a favor y dos en blanco.
Una de las obras que se acometen en ese año es la ampliación del puente del Pozo Viejo por valor de 500.000 pts del que se obtiene del IRIDA una subvención de 200.000 pts.
Como bienes rústicos el Ayuntamiento cuenta con cuatro parcelas, una en los parajes de la Nava, la Ribera, el Espinar, los Chorreros y Valserrano de 17 Ha, destinada a huertos familiares (valor 170.000 pts), otra al Collado destinada a pastos por 17 Ha 75 A y 90 ca, (valor 177.890 pts), otra al sitio de la Vega destinada a pastos de 30 Ha 98 A y 86 ca, (valor 309.886 pts) y otra a Valserrano destinado al cultivo de cereales de 97 A 66 ca valor 9.776 pts. Además señala como propios tres sondeos de un centenar de metros cada uno, en el Bayonal, Muñovela y el último junto a la caseta y depósito de aguas. También da como propio un pozo en el regato junto al puente de entrada en la localidad de unos cinco mts, y una captación de agua de manantiales superficiales en el prado de la Vega con depósito receptor para el abastecimiento de aguas.
Barbadillo perdió ser cabeza de zona precisamente por eso por la mala cabeza de los entonces representantes de la mancomunidad -Calzada, Galindo y Barbadillo- antepusieron sus egoísmos al bien común y fue una de las causas que ayudó al declive de nuestra zona junto a la nefasta concentración parcelaria que privó al pueblo de parte de sus terrenos comunales con una distribución de estrangulamiento, asfixiándolo, sin darle opción de crecimiento para un futuro próximo, haciendo que los mismos surcos lleguen a las viviendas y privándole de alguno de los caminos de salida. Esto deja al pueblo como si fuese un falso recinto amurallado de una legalidad extraña en la que nada de su inmediatez es de propiedad del ayuntamiento.
Sin centro escolar el pueblo fue perdiendo el griterío de los niños en las calles, en los recreos y poco a poco se fueron integrando sus quehaceres y amistades fuera del entorno del pueblo dejando de sentir sus calles como propias al disfrutar de su tiempo de ocio en otros lugares, correteando con otros chiquillos ajenos a nuestro pueblo. Y el centro médico para Matilla de los Caños, (mejor no hablar de ello) porque tan solo siento indignación ante tan nefasto proceder en el desarrollo de la representación y defensa del interés público de un pueblo.
En veinte años Barbadillo pierde un tercio de su población. Trescientos cincuenta habitantes es una herida demasiado profunda que marca a todas luces la imposibilidad de una capacidad de regeneración para el futuro.
Barbadillo, años 70-V. Rober
Elegido alcalde Pedro García Felipe (veterinario) con 7 votos a favor y dos en blanco. El 17 de octubre se cita a los concejales electos para la celebración de una junta extraordinaria con la finalidad de elegir nuevo alcalde por renuncia de Pedro García Felipe que presenta su dimisión por entender que no era compatible el cargo de concejal con el de “delegado de servicios municipales veterinarios”. Sale elegido Diógenes, de Calzada de D. Diego, con seis votos a favor y dos en blanco.
Una de las obras que se acometen en ese año es la ampliación del puente del Pozo Viejo por valor de 500.000 pts del que se obtiene del IRIDA una subvención de 200.000 pts.
Como bienes rústicos el Ayuntamiento cuenta con cuatro parcelas, una en los parajes de la Nava, la Ribera, el Espinar, los Chorreros y Valserrano de 17 Ha, destinada a huertos familiares (valor 170.000 pts), otra al Collado destinada a pastos por 17 Ha 75 A y 90 ca, (valor 177.890 pts), otra al sitio de la Vega destinada a pastos de 30 Ha 98 A y 86 ca, (valor 309.886 pts) y otra a Valserrano destinado al cultivo de cereales de 97 A 66 ca valor 9.776 pts. Además señala como propios tres sondeos de un centenar de metros cada uno, en el Bayonal, Muñovela y el último junto a la caseta y depósito de aguas. También da como propio un pozo en el regato junto al puente de entrada en la localidad de unos cinco mts, y una captación de agua de manantiales superficiales en el prado de la Vega con depósito receptor para el abastecimiento de aguas.
Barbadillo perdió ser cabeza de zona precisamente por eso por la mala cabeza de los entonces representantes de la mancomunidad -Calzada, Galindo y Barbadillo- antepusieron sus egoísmos al bien común y fue una de las causas que ayudó al declive de nuestra zona junto a la nefasta concentración parcelaria que privó al pueblo de parte de sus terrenos comunales con una distribución de estrangulamiento, asfixiándolo, sin darle opción de crecimiento para un futuro próximo, haciendo que los mismos surcos lleguen a las viviendas y privándole de alguno de los caminos de salida. Esto deja al pueblo como si fuese un falso recinto amurallado de una legalidad extraña en la que nada de su inmediatez es de propiedad del ayuntamiento.
Sin centro escolar el pueblo fue perdiendo el griterío de los niños en las calles, en los recreos y poco a poco se fueron integrando sus quehaceres y amistades fuera del entorno del pueblo dejando de sentir sus calles como propias al disfrutar de su tiempo de ocio en otros lugares, correteando con otros chiquillos ajenos a nuestro pueblo. Y el centro médico para Matilla de los Caños, (mejor no hablar de ello) porque tan solo siento indignación ante tan nefasto proceder en el desarrollo de la representación y defensa del interés público de un pueblo.
En veinte años Barbadillo pierde un tercio de su población. Trescientos cincuenta habitantes es una herida demasiado profunda que marca a todas luces la imposibilidad de una capacidad de regeneración para el futuro.
Barbadillo, años 70-V. Rober