En 1.918 se da un primer intento regionalista donde Castilla como tal se enfrenta a Cataluña por motivo de política económica considerando que aquella recibe un trato de favor del gobierno en detrimento de la zona cerealista castellana.
Entre 1.931-36 es cuando existe un avance del proceso regionalista, aunque García Quintana considera que León y ambas Castillas no forman una entidad política natural al carecer de límites definidos. Es en 1.983 cuando se decantan los límites de Castilla-León tomando como base la cuenca del Duero. Somos nueve provincias quedando Santander y Logroño excluidas por tener personalidad propia aunque con gran influencia castellana. Castilla y León quedan como una unidad homogénea en cultura e historia con un mismo idioma.
Dicha autonomía no es impulsada a petición propia, sino a remolque de la catalana, vasca y gallega que al solicitarse como entidades distintas rompen el modelo unitario por el que nos habíamos regido durante los últimos cuatro siglos.
El 8 de mayo de 1.983 se celebran las primeras elecciones autonómicas situando a Dionisio Llamazares en la presidencia de las Cortes y a Demetrio Madrid como primer presidente de la Junta.
El 7 de julio de 1.981 se había celebrado en Salamanca la asamblea que aprobó el texto que se remitió al presidente del Congreso, aprobándose el 22 de febrero de 1.983. “Los antiguos reinos de C y L han mantenido a lo largo de siglos y quieren seguir manteniendo una identidad histórica y cultural claramente definida dentro de la plural unidad de España”.
Entre 1.931-36 es cuando existe un avance del proceso regionalista, aunque García Quintana considera que León y ambas Castillas no forman una entidad política natural al carecer de límites definidos. Es en 1.983 cuando se decantan los límites de Castilla-León tomando como base la cuenca del Duero. Somos nueve provincias quedando Santander y Logroño excluidas por tener personalidad propia aunque con gran influencia castellana. Castilla y León quedan como una unidad homogénea en cultura e historia con un mismo idioma.
Dicha autonomía no es impulsada a petición propia, sino a remolque de la catalana, vasca y gallega que al solicitarse como entidades distintas rompen el modelo unitario por el que nos habíamos regido durante los últimos cuatro siglos.
El 8 de mayo de 1.983 se celebran las primeras elecciones autonómicas situando a Dionisio Llamazares en la presidencia de las Cortes y a Demetrio Madrid como primer presidente de la Junta.
El 7 de julio de 1.981 se había celebrado en Salamanca la asamblea que aprobó el texto que se remitió al presidente del Congreso, aprobándose el 22 de febrero de 1.983. “Los antiguos reinos de C y L han mantenido a lo largo de siglos y quieren seguir manteniendo una identidad histórica y cultural claramente definida dentro de la plural unidad de España”.