Si nos trasladamos de nuevo a las traseras de la iglesia iniciando la calle los huertos estaba la casa del sr Noé con sus corrales, luego había una plazuela (hoy día cerrada) y varias casas, una del tamborilero, a continuación, la del sr Ventura (el herrero) con un pequeño jardín. Saltamos a la de Jatoño (hoy solo queda el solar), la del sr Manuel José, Rufi, de los Cayetanos, del sr Ramón el pimporea (carpintero), del sr Gencio, otra alquilada por Campano (hijo del secretario). Cortinas y otras casas de gentes que emigraron cuando yo era pequeño, una de ellas la tuvo alquilada D. Manuel (practicante), la que llamaban de las lecheras y como sacando pecho, por su terreno delante de la casa, la de Jesusito (cuadrado).
En la calle Eras de la Iglesia, después de la casa de Pepe rojato, le seguía otra que yo siempre conocí deshabitada y a continuación la panadería y vivienda de José (Gato) y Manuela. en la siguiente plazuela vivían Pirulé, mi tío Manolo y Pio para continuar con la casa de la esquina (pintada de verde) que enlazaba con la del sr Mauricio (el cartero) acabando con la de mi tía María Antonia. Al otro lado de la calle una serie de cortinas y las casas de la sra Pola, la de mi abuelo Juan Manuel, del sr Esteban y otras dos o tres de las que no recuerdo sus moradores de entonces. A dicha calle también daba la del maestro Don Benjamín, a su trasera la de los extremeños. Una media docena de elllas metidas en callejuelas sin salida.
Siguiendo el café de Pilar, (después bar moderno con Agustín y Arengeme llegamos al final donde una tenada daba paso al corral de la casa de la sra Laly, también estaba la de D. Fili (maestro), la de la abuela de Juanito (zamorana) que falleció en la iglesia el día en que todo el pueblo se confesaba para el precepto anual. Cocheras, casillos y salón de baile forman parte de la abigarrada y compleja manzana. Del otro lado la casa de Miguel (tambores), la de Torano, en cuyo bloque están las casas de los jardines (Wences, y sra Trini). Enfrente la de la sra Ramona, la de Antonio (albañil), Juan Ma (carnicero). Joseito (labrador) y el comercio de la sra Elvira donde después trasladó el bar el sr Avelino al que seguía la casa de la sra Quica (donde estuvieron las antiguas escuelas de niñas). Saltando la pequeña calle, el bar de Colás (calene o perritas) y la casa del tío Porrón.
Lugar emblemático de esta calle era el café y salón de baile del Carolo regentado por la sra Dolores. Traseras de casas y corrales hasta llegar a la del sr Desiderio, electricista, y la sra Amalia cuyo principal trabajo que tenía en los días festivos era que los mozos no meásen a su puerta.
Recuerdos-VIII. Rober
En la calle Eras de la Iglesia, después de la casa de Pepe rojato, le seguía otra que yo siempre conocí deshabitada y a continuación la panadería y vivienda de José (Gato) y Manuela. en la siguiente plazuela vivían Pirulé, mi tío Manolo y Pio para continuar con la casa de la esquina (pintada de verde) que enlazaba con la del sr Mauricio (el cartero) acabando con la de mi tía María Antonia. Al otro lado de la calle una serie de cortinas y las casas de la sra Pola, la de mi abuelo Juan Manuel, del sr Esteban y otras dos o tres de las que no recuerdo sus moradores de entonces. A dicha calle también daba la del maestro Don Benjamín, a su trasera la de los extremeños. Una media docena de elllas metidas en callejuelas sin salida.
Siguiendo el café de Pilar, (después bar moderno con Agustín y Arengeme llegamos al final donde una tenada daba paso al corral de la casa de la sra Laly, también estaba la de D. Fili (maestro), la de la abuela de Juanito (zamorana) que falleció en la iglesia el día en que todo el pueblo se confesaba para el precepto anual. Cocheras, casillos y salón de baile forman parte de la abigarrada y compleja manzana. Del otro lado la casa de Miguel (tambores), la de Torano, en cuyo bloque están las casas de los jardines (Wences, y sra Trini). Enfrente la de la sra Ramona, la de Antonio (albañil), Juan Ma (carnicero). Joseito (labrador) y el comercio de la sra Elvira donde después trasladó el bar el sr Avelino al que seguía la casa de la sra Quica (donde estuvieron las antiguas escuelas de niñas). Saltando la pequeña calle, el bar de Colás (calene o perritas) y la casa del tío Porrón.
Lugar emblemático de esta calle era el café y salón de baile del Carolo regentado por la sra Dolores. Traseras de casas y corrales hasta llegar a la del sr Desiderio, electricista, y la sra Amalia cuyo principal trabajo que tenía en los días festivos era que los mozos no meásen a su puerta.
Recuerdos-VIII. Rober