Luz ahora: 0,09273 €/kWh
Nº 3. La administración religiosa de Barrueco ha estado a cargo de la Iglesia Católica, perteneciendo el pueblo a la Orden de Santiago, siendo la sede de una Vicaría de las seis o siete que hubo hasta 1873 en que entró el pueblo a formar parte de la diócesis de Ciudad Rodrigo; no ha habido otras fes. Los hechos naturales han sido dignificados y llevados a la categoría de sacramentos, canales de participación de la gracia de Dios, por la Doctrina Cristiana. Así Las bodas que fueron 4 en 1,971 y fueron 9 en 1.902 y fueron 37 en 1.945 y 5 en 1.990. Así igualmente los nacimientos que fueron 46 en 1.862 y los mismo en 1900; fueron 25 en 1,930 y 26 en 1.940 y 49 en 1.943 y 5 en 1.990. Generalmente ha habido un cura párroco, aunque algunas veces ha habido también coadjutor. Han existido y existen algunas posesiones rústicas llamadas capellanías, que las gentes piadosas han dejada a la iglesia parroquial, con cuyas rentas les sean aplicadas para su salvación. No son muchas, pero a veces entorpecen con su inmovilismo la economía general y linderos. No se conoce la acción porque no la hubo de las leyes desamortizadoras, ya civiles, ya religiosas de mediados del siglo XIX. Son arrendadas a labradores por médica renta para la sustentación de la iglesia y sufragio de difuntos (la comunión de los santos) etc, etc. Del pueblo han salido vocaciones religiosas tanta para la diócesis como para alguna congregación religiosa, especialmente para los Salesianos.
Una estampa del paisaje social del pueblo fue la apertura de un campo de trabajo, consecuencia de la guerra civil del año 1.936 al 39. Estaba emplazado en la mina de Ntra. Sra. del Castillo, más conocida como Valdebarbao, o poco más de un quilómetro y medio del pueblo; era propiedad de Higinio Severino, natural de Pereña, cuya patrona es la virgen del Castillo, de la que toma el nombre, estaba al final del camino, ya dentro del coto minero, el cual se bifurca en dos: uno gira a izquierda y va a las casas, oficinas etc, hoy en ruinas, y el otro gira a la derecha y desembocaba en el campamento,. Era una explanada rectangular. En el centro había una alta viga o palo como de teléfonos que sustentaba un pico y una pala en lo alto, cruzados a modo de aspa... Nn podio a derecha y otro a izquiera de la viga sostenían varias banderas.. A izquierda del patio estaban varias barracas que eran las oficinas y casitas para los empleados (militares). A derecha del patio se levantaban unas calles formadas por barracas para los penados... y tiendas y barracones para almacenes y servicios. eran unos cien los allí penados y trabajaban en dicha mina y en otros filones de la Fuente del Sarro. Al menos un par de ellos eran de Guadalajara. Alí celebraban fiestas con deportes como boxeo y dejaban entrar a la chiquillería del pueblo... Venían a misa al pueblo los domingos compitiendo en carreras de carretillos, uno subido, otro empujando, cambiándose de trecho en trecho... Luego deambulaban por el pueblo, por bares y tabernas y finalmente marcando el paso marchaban a su campamento. Algunos eran bastante mayores y daban a escondidas envoltorios con mineral para el estraperlo... eran castigados a un " caimán ", que no era otra cosa que llevar sobre la cerviz un pico y una pala.... marcar el paso unos 40 metros, arrodillarse y volver... Este Higinio Severino había sido el "encargado " o representante del partido republicano radical de D. Alejandro Lerroux en el partido de Vitigudino. Hombre afable, regordete y... cochazo "mejicano "-- decíamos nosotros--con elegante conductor.
Dos hechos conmocionaron el pueblo, fue uno la aurora boreal del 1938 con supuestas relaciones con los desastres de la guerra... y el huracán del 16 de febrero de 1941, que causó destrozos notables, echó al suelo muchos árboles, pero no hubo desgracias humanas.
Una estampa del paisaje social del pueblo fue la apertura de un campo de trabajo, consecuencia de la guerra civil del año 1.936 al 39. Estaba emplazado en la mina de Ntra. Sra. del Castillo, más conocida como Valdebarbao, o poco más de un quilómetro y medio del pueblo; era propiedad de Higinio Severino, natural de Pereña, cuya patrona es la virgen del Castillo, de la que toma el nombre, estaba al final del camino, ya dentro del coto minero, el cual se bifurca en dos: uno gira a izquierda y va a las casas, oficinas etc, hoy en ruinas, y el otro gira a la derecha y desembocaba en el campamento,. Era una explanada rectangular. En el centro había una alta viga o palo como de teléfonos que sustentaba un pico y una pala en lo alto, cruzados a modo de aspa... Nn podio a derecha y otro a izquiera de la viga sostenían varias banderas.. A izquierda del patio estaban varias barracas que eran las oficinas y casitas para los empleados (militares). A derecha del patio se levantaban unas calles formadas por barracas para los penados... y tiendas y barracones para almacenes y servicios. eran unos cien los allí penados y trabajaban en dicha mina y en otros filones de la Fuente del Sarro. Al menos un par de ellos eran de Guadalajara. Alí celebraban fiestas con deportes como boxeo y dejaban entrar a la chiquillería del pueblo... Venían a misa al pueblo los domingos compitiendo en carreras de carretillos, uno subido, otro empujando, cambiándose de trecho en trecho... Luego deambulaban por el pueblo, por bares y tabernas y finalmente marcando el paso marchaban a su campamento. Algunos eran bastante mayores y daban a escondidas envoltorios con mineral para el estraperlo... eran castigados a un " caimán ", que no era otra cosa que llevar sobre la cerviz un pico y una pala.... marcar el paso unos 40 metros, arrodillarse y volver... Este Higinio Severino había sido el "encargado " o representante del partido republicano radical de D. Alejandro Lerroux en el partido de Vitigudino. Hombre afable, regordete y... cochazo "mejicano "-- decíamos nosotros--con elegante conductor.
Dos hechos conmocionaron el pueblo, fue uno la aurora boreal del 1938 con supuestas relaciones con los desastres de la guerra... y el huracán del 16 de febrero de 1941, que causó destrozos notables, echó al suelo muchos árboles, pero no hubo desgracias humanas.