Máquina que producía, que daba trabajo y sustento, ahora aparece como una pieza para la contemplación e imaginación de lo que fue en el pasado. El tiempo acabó con su modernidad y, es muy probable que fuera sustituida por otra más productiva, pero también lo es que no encontrara sustituya y la fábrica en la que se ubicaba dejara de producir, despidiera a los trabajadores y fuera el síntoma de una crisis en la ciudad que prácticamente ha acabado con la industria textil en Béjar.