Estas llaves, de alguna forma, vienen a recordar las que los judíos bejaranos se llevaron consigo al exilio tras las expulsión que ejecutaron los Reyes Católico. Las llaves correspondían a las viviendas de su propiedad y se las llevaron con la esperanza que pronto regresarías a sus casas y volverían a habitarlas. La historia nos ha demostrado que el regreso fue imposible para aquellos que perseveraron en las creencias religiosas de sus antepasados; marcharon lejos, muchos morirían en el camino y,...