Dios mio, cuantas veces bajé con mi mochila cargada de ilusion por esa cuesta, direccion, el instituto. Risas, nervios, secretos entre amigas, y al final de esa calle mi primer amor. Si, vivia al final de la calle de las armas y con el en esa misma casa perdi mi virginidad. Un dia precioso que nunca olvidaré. Una foto con muchos recuerdos.