Desde mi ingenuidad, siempre pensé que las personas que se atreven a dar el paso adelante y se introducen en los intrincados
caminos de la política, lo hacen por servir a sus vecinos. Desde mi ingenuidad, siempre consideré a estos ciudadanos unos valientes, porque, durante un tiempo, abandonaban su prometedora carrera profesional, para dedicarse en cuerpo y alma a ayudar a los demás con la fuerza del poder que le habían otorgado las urnas. Y también, desde mi ingenuidad, siempre admiré a aquellos
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