Plaga de las encinas que las perfora por dentro:
Cerambyx Welensii y Coroebus Undatus. problemas para la especie Quercus (encinas y alcornoques).
El coleóptero Cerambyx Welensii está considerado más peligroso para la dehesa que "la seca" y ataca el Corcho y de las encinas".
Es un animal traicionero. Cuando aún es una larva, se introduce en el interior de la encina y luego se la come desde el interior. En apariencia, el
árbol está completamente sano, aunque por dentro esté hueco. De hecho, sólo se aprecia que está enfermo cuando viene una racha de viento y lo abate como si fuera de papel. Los expertos lo llaman 'cerambyx'. Un
insecto de gran tamaño (puede alcanzar los 65 mm de longitud), que está unos 3 años en el interior del tronco de los ár-boles, perforando galerías. Sólo sale de
noche para aparearse, de ahí que no fuera conocido por la gente de la zona.
Los más expertos en la lucha son los científicos de la Junta de
Extremadura, fundamentalmente J. del Moral, que indican como se pueden hacer trampas en la publicación
Del Moral, J., Esteban, J., Sánchez, C., Ros, P., Pérez, F., Rosado, P., Senero, M., Parralejo, V. & Del
pozo, J., D. (2010) Plagas de Cerambyx welensii (Kuster, 1846) Un grave problema de las dehesas arboladas en
España. Hojas Divulgadoras. N 2139 HD. Ed. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Sustancia para hacer las trampas pueden ser:
1. Melón “piel de sapo” y
agua Ácido cítrico El melón entero se tritura o se pasa por la licuadora. Se le añade igual volumen de agua, y al volumen total se le añade un 5 % de ácido cítrico.
2. Vino común, azúcar, agua y sal común Para 1l de vino se toman 300 g de azúcar. Se deja reposar la disolución, a temperatura ambiente, durante 48 horas; al cabo de ese tiempo se le añade 300 gr de sal y 1l de agua
3. Cerveza común, azúcar, agua y sal común Para 1l de cerveza se toman 300 g de azúcar. Se deja reposar la disolución, a temperatura ambiente, durante 48 horas; al cabo de ese tiempo se le añade 300 gr de sal y 1l de agua
Para la construcción de las trampas se utilizaron garrafas de agua vacías de 5 l de capacidad. Estas fueron cortadas por la mitad y la parte estrecha se colocó invertida de tal manera que el insecto una vez en la boca resbale y posteriormente le sea imposible salir. El fondo se rellenó con algunas de las sustancias indicadas anteriormente hasta cubrir unos 4 ó 5 cm de altura en el fondo (unos 250 cc de volumen), y se fueron rellenado semanalmente para cubrir las pérdidas por evaporación. Las trampas se colocaron formando triángulos de unos 25 m de lado (para evitar interferencias de atracción entre ellas) situando una trampa distinta en cada vértice). Las trampas se fijaron alrededor del tronco del árbol mediante cinta de embalar, se aproximaron lo más posible al tronco por debajo de la primera rama gruesa presente, pues según parece los
insectos aunque tiene capacidad de volar, se les encuentra comúnmente paseando pegados al tronco. Asimismo se trató de evitar al fijarlos a esa altura que el
ganado pudiese descolocar las trampas. De manera práctica es interesante señalar que a nivel operativo durante las salidas al
campo fue suficiente con emplear 5 l de mezcla utilizada para rellenar 20 trampas, de manera que con 3 garrafas de 5 l de capacidad de cada mezcla, se reponían 60 trampas.