CABEZUELA DE SALVATIERRA: LAS COMIDAS HABITUALES CUÁNDO CORRÍAN LOS AÑOS 1955/1960...

LAS COMIDAS HABITUALES CUÁNDO CORRÍAN LOS AÑOS 1955/1960 EN MI PUEBLO DE CABEZUELA DE SALVATIERRA:
Todas las familias teniamos para comer y nuestros padres para criarnos con aquello que era necesario y no era despilfarro como pasa actualmente.
Como sabéis siempre en cada casa había uno, dos, tres, cerdos que las familias hacían la matanza para alimentar a todos los miembros de la casa Así comenzábamos cada día con el mismo desayuno café con leche, pan dentro de él y después unos torrernos de tocino.
Si no había café la achicoria, eso sí café de puchero hecho a la lumbre y después a las cocinas económicas de leña.
Más tarde llegó él cola-cao, pero un cucharita pequeña solo para cambiar el color de la leche, que por cierto era muy buena de verdaderas suizas, y el que la tenia y le sobraba la vendía a una peseta el litro.
Llegaba la comida, garbanzos recogidos en el verano que a base de palos se desgranaban en la era y se guardaban en aquellos costales echaos con los pingos de las mantas, que se heredaban cuando se repartían los enseres de una casa entre los hermanos (yo por cierto guardo uno en recuerdo de mi abuelo VICENTE.
Aquellos garbanzos hermosos se ponían en remojo en un cazuelo de barro con una cucharita de bicarbonato y agua toda la noche.
Se tomaban y con agua una o dos Patatitas a cocer, se le agregaba unos trocitos de tocino, oreja, rabo, un relleno casero de pan y huevo, perejil y poquito de ajo, hecho a forma de COCTETAS se doraba en la sartén y adentro.
Con el caldo se sacaba y se hechaba en el cazuelo que habíamos usado con unas rebanadas de pan del día anterior o más muy finas y así teníamos la sopa.
Encima de esta sopa los garbanzos, y sobre estos el tocino, el rabo, el relleno, morcilla y chorizo.
A la hora de comer todos con nuestras cucharas de aluminio a comer del cazuelo y a repartirnos los ingredientes que acompañaban al exquisito majar.
Este alguna vez se hacía extraordinario aportándole carne de oveja si algún vecino la había matado por algo y la vendía y en señal de solidaridad la comprábamos, o si alguna gallina había fracasado con algún pedrusco que nosotros los niños le habíamos dado.
Así era nuestras comidas más de 300dias al año (mi padre Q. E. D. Solía decir estoy harto de los garbanzos cuanto pueda no volveré a comerlos) Pero en los últimos años no le desagradaban)
MERIENDA:
Empezábamos en tiempo de siega de hierba y se quitaba cuando en la era salían unas florecitas en forma de campanillas azules y blancas que las llamábamos quita merienda esto era al hinchió de la sementera.
Merienda un trocito de chorizo, salchichon porque el lomo y el jamón se guardaba para ocasiones más propicias. Si había sobrado algo del cocido que sabroso y tuvo estaba con un trocito de pan aunque estuviera frío.
Llegaba la cena, ya sabíamos las famosa patatas manchadas (hoy de moda) estas se vician con agua una hoja de laurel, y una vez cocidas el caldo lo mismo pan cortadito y sopas de bajo
Las machacábamos y con un poquito de pimentón rojo hechado en la sartén se refería y luego se mezclaba con las patatas y a comer todos de la misma cazuela. Para terminar la cena sopa de leche migada, y que rica sabía era un majar tanto fría como caliente.
Y así días y días y si sobraban las patatas y había pastores para su cuerna con él torresno para comer cerca de sus ovejas.
Domingo y días como extras las famosa alubias guisadas con rabo de cerdo y oreja del mismo aportados de calorías.
Después una sardinita en el tiempo de haberlas o huevos fritos que de estos en todas las casas los teniamos.
Días por EXCELENCIA, San Marcos, Navidad, Todos los santos, cordero, cabrito, o gallo de corral.
Que festorro aquellos extras sabía a gloria celestial.
Frutas la autóctona, cerezas, guindas, peras, ciruelas, sandías y melones.
Estas se criaban en los melonares de la cerrarla y la cortina de la vía siempre en tierras que nuestros padres conocían bien.
Otras comidas que podemos hacer referencia en tiempo de ello los famosos frejoles de la HUERTA DEL TÍO MARCELINO, del Tío Pedro, de Huerto del Tío Abilio, que guisados estaban esquís iros con las patatas extraídas de las tierras del pueblo que eran las de mejor tempero.
Otro de los platos era la ARRIZ con bacalao o las patatas, quien no se acuerda de aquellas colas de bacalao colgadas en la despensa, junto a los embutidos y jamones que de bajo de la escalera se encontraba porque era el sitio más fresco de nuestras casas.
Porque no hacer recuerdo aquellas cazuelas de barro llenas de sardinas escabechadas que hacían cuando el precio estaba bajo, o aquel jurel que escabechado estaba muy sabroso, o de aquella tinaja donde se guardaban las orejas y pies de los cerdos en salmuera.
O los choricillos en la manteca de cerdo en las vasijas de barro junto con algunos.
Bueno ya veis las cosas han cambiado pero creo que no es tan necesario lo que gastamos y tiramos porque con menos comida vivíamos y valorábamos más los alimentos y los compartíamos comiendo de la misma perola aunque hoy digamos que no era higiénico, pero había en aquellas comidas y cenas primero un gran respeto a nuestros padres porque valorábamos lo que les costaba tráenos estos víveres y después era una Reunion de todos los miembros de la familia sentados alrededor de la mesa, como si celebrará un cortejo de afecto y cariño por un bien común.