En otros tiempos las palomas y pichones constituían una
fuente de proteínas para la población. Las
casas de los más ricos disponían de
palomares; construcciones en ladrillo o
piedra con
tejado, con numerosas celdas a modo de casillero que servían a estas aves para construir sus
nidos. Los propietarios accedían por una única
puerta y las aves a través de agujeros practicados en la parte superior de la construcción permitiéndoles su salida para alimentarse y entrada en busca de
refugio.
Las palomas,
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